Cd. de México.-
El rostro del drama domina la escena de estos tres sitios. No hay lugar para otra cosa que no sea la tragedia al ver que el Foro Shakespeare agoniza, el Círculo Teatral está herido de muerte dese hace casi un año y que al Teatro Arlequín nadie ha podido resucitarlo de sus escombros.
En los tres casos hay una razón en común: la falta de apoyo institucional y gubernamental. No es el único obstáculo, pero sí es el más importante en esta situación en la que la Ciudad de México pierde tres espacios de gran tradición teatral.
El caso del Shakespeare es emblemático. Itari Marta, su directora, pone el dedo en la falta de leyes: “Los espacios culturales independientes no existen en la legislación actual”.
Por esa razón, cuando el dueño del edificio donde se encuentra este foro (una típica casona de la colonia Condesa) decidió vender para demolerlo y en su lugar construir departamentos, se quedaron a la deriva.
A pesar de que llevan casi dos años de gestiones ante el gobierno para conseguir un nuevo espacio, no han podido concretarlo porque no hay ley que los respalde. Así que en dos meses desaparecerá.
Un caso similar es el de El Círculo Teatral, otro espacio de teatro independiente que fue producto del esfuerzo de dos actores: Víctor Carpinteiro y Alberto Estrella. Ubicado, de hecho, a menos un kilómetro de distancia del Shakespeare, el Círculo fue un referente para los montajes experimentales hasta que el pasado 19 de septiembre sucumbió a los movimientos de la tierra.
El terremoto del año pasado dañó la estructura del edificio en cuya planta baja se encuentra el teatro y desde entonces, igual que el Shakespeare, va a la deriva.
No pudieron, por ejemplo, acceder al apoyo gubernamental para la reconstrucción porque no entran en la categoría de vivienda. Pero tampoco les hicieron caso para conseguir un dictamen de la estructura.
Fue el propio Círculo Teatral el que tuvo que pagar para que un arquitecto hiciera el dictamen y presentarlo ante la autoridad. Lamentablemente el resultado es que el edificio no es habitable pues tuvo daños estructurales.
El tercer caso es el del Arlequín, cuyo viejo edificio fue demolido con la intención del productor Antonio Calvo de levantar un complejo teatral moderno.
El proyecto (que ya fue levantado en planos arquitectónicos) cuesta unos 300 millones de pesos, una cantidad incosteable para Calvo.
Desde hace un año, el productor ha buscado modos de financiamiento para devolverle esa zona de la colonia San Rafael (junto al Monumento a la Madre) el teatro que se construyó en honor de la actriz y atleta Nadia Haro Oliva, en 1953.
Foro Shakespeare
Con el desmantelamiento de la librería del Foro Shakespeare, han comenzado a apagar las luces de este recinto. Así lo expresa su directora Itari Marta, que tendrá que desalojar el predio de Zamora 7 antes del 6 de octubre.
“Hay que dejar morir algo, pero siempre dejar ir a los muertos es complicado… pero seguimos celebrando que hemos trabajado hasta este punto, tratamos de vivir este adiós como una celebración, con nuevos retos por construir”.
Itari explicó que a pocas semanas de cerrar siguen sin tener una nueva sede para el Shakespeare, aunque continúan tocando puertas para ver si de algún modo logran algo. “No paramos de hacer gestiones con las autoridades, pero las leyes no nos benefician, porque en materia de cultura son muy deficientes. No existe en la ley el apoyo para espacios independientes”.
Para evitar una polémica como la que se suscitó con el Parque Cholula, donde el Gobierno de la Ciudad les cedía una pequeña edificación pero la comunidad tomó esta acción como un abuso de poder, tanto ella como Bruno Bichir, que forman parte de la mesa directiva del foro, siguen trabajando en el Red de Espacios Culturales Independientes Organizados de la Ciudad de México (RECIO) para proteger no sólo al Shakespeare sino a todos los espacios culturales.
“Sentimos que probablemente con este nuevo gobierno, las promesas de campaña en materia de cultura se cumplan. Nos acercaremos a las nuevas autoridades, no para exigirles sino para hablarles de las propuestas sobre cultura, específicamente del teatro”.
Las tareas en las que Itari está enfocada es replantear su organigrama, los planes de trabajo, viendo la forma de ahorrar dinero y de atraer recursos, porque su equipo de colaboradores podría quedarse sin trabajo, aunque espera que las 48 personas permanezcan.
El objetivo es seguir trabajando con Producciones Foro Shakespeare, montando obras en otros recintos. “La intención es que aunque el foro cierre su equipo seguirá colaborando y produciendo”.
Foro Shakespeare
Situación actual: A dos meses de desalojar el edificio y en busca de una sede alterna.
Ubicación: Zamora 7, col. Condesa.
Teatro Arlequín
En pausa la construcción del Nuevo Teatro Arlequín. Esta es la mejor forma de definir la actual situación de este foro que fue derribado hace más de un año y cuyo espacio, ubicado en Villalongín 22, es usado por el momento como estacionamiento.
“Ya tenemos el proyecto arquitectónico totalmente terminado”, dice Antonio Calvo, productor que le compró el foro a Nadia Haro Oliva hace un par de años.
“Después se hizo una etapa de preconstrucción donde presupuestas cuánto te va a costar hasta el último tornillo, para saber exactamente cuánto es la inversión de todo eso. Luego, comparando con lo que se genera en teatro (entradas en taquilla), el estudio dio como resultado que nunca se recuperaría la inversión con el proyecto como lo tenemos”, explica Calvo.
La cantidad de dinero que se necesita para la construcción es de 300 millones de pesos, que incluye todo el equipamiento que implica un teatro, como luces, mecánica teatral y sonido, entre otros.
El Arlequín fue un teatro que se construyó en honor a una mujer. El teniente Antonio Haro se enamoró de Nadia Boudesoque Noblecourt, actriz y gimnasta francesa, y como prueba de su amor levantó el foro que funcionó hasta que efectivamente Haro decidió venderlo a Antonio Calvo.
Ahora, el productor se encuentra ante el dilema de tener el terreno pero no la inversión para levantar el nuevo centro cultural.
Explicó que para salvar esta situación tiene dos vías: cambiar el proyecto del teatro por algo más pequeño o buscar un apoyo gubernamental para poderlo construir.
“Hay tres mecanismos para pedir apoyo, uno es el Gobierno de la Ciudad de México, otro es la Cámara de Diputados, que tiene una bolsa de cultura y un programa anual de fondos a proyectos, y por último el PAICE, Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados. Vamos a ir a todas las instancias.
Antonio Calvo no tiene por el momento una fecha para comenzar a construir, pero aseguró que se concentrará en buscar los apoyos para iniciar lo antes posible la edificación, porque el Nuevo Teatro Arlequín es un proyecto que no piensa dejar en el olvido.
Nuevo Teatro Arlequín
Situación actual: Demolido (se usa como estacionamiento).
Ubicación: Villalongín 22, a un costado del Monumento a la Madre.
No tiene dinero ni para demoler el teatro
El futuro de El Círculo Teatral es totalmente incierto, pese a los esfuerzos que sus directores Víctor Carpinteiro y Alberto Estrella siguen haciendo por recuperar este espacio que resultó dañado por el sismo del 19 de septiembre de 2017.
“Solicitamos que el Gobierno de la Ciudad nos ayudara con la demolición, pero nos contestaron que no entramos en ninguno de los apoyos de demolición porque uno es para vivienda, y esto es un espacio cultural, y el otro tampoco aplica, porque si bien es un recinto para la cultura, es un espacio privado y no hay apoyo para esta clase de lugares. Entonces nos sugirieron que lo hiciéramos por nuestra cuenta y sólo les notificáramos”, dijo Carpinteiro.
Además, a 10 meses del desastre, hace apenas 20 días recibieron el dictamen donde se señala que el recinto debe derribarse. Pero fueron ellos quienes tuvieron que buscar al D.R.O (ingeniero civil o arquitecto especializado, que certifica que una construcción cumple o no con las normas de construcción y de seguridad para que ésta sea habitada) que extendiera el reporte para llevarlo ante las autoridades y sólo así les dieron este importante documento. El dictamen fue que el edificio era inhabitable.
Ante este panorama, Víctor Carpinteiro ha decidido esperar a que las nuevas autoridades tomen posesión y así acercarse otra vez a solicitar el apoyo, apelando al convenio que El Círculo Teatral tiene con la Secretaría de Cultura, donde se establece una colaboración con esta institución en la producción de obras y el funcionamiento del espacio, esperando que ahora sí puedan aplicar.
“Espero que ante esta solicitud a las instancias de gobierno, exista una mirada sensible hacia el teatro y hacia un espacio que toda la comunidad teatral lamentó que haya sufrido estas consecuencias.
“Ojalá las autoridades nos ayuden a poder reconstruir el espacio, porque de otra manera no sería posible… o tal vez tocando instancias en la iniciativa privada que quieran ayudar con fondos deducibles de impuestos, sólo así El Círculo Teatral puede estar de pie otra vez y lo más pronto posible”, indicó Carpinteiro.
Este espacio ha recibido ayuda de otras compañías que han donado taquilla de sus presentaciones para solventar gastos, porque aunque no está abierto el recinto de la calle de Veracruz 107, su oficina se ubica en otro lugar que hay que pagar.
“El Círculo Teatral ya tenía un montón de convenios que se tenían que hacer, eventos, giras con las obras que tenemos en repertorio, que por fortuna hemos estado en varias partes del país y es la parte viva del espacio aunque no esté abierto; no hubiera sido posible sin ayuda de compañeros”.
A partir de sismo y por el desalojo del lugar, tuvieron que prescindir de seis personas, entre técnicos, administrativos y elementos de otras áreas, ahora trabajan sólo dos personas que mantienen a flote el teatro.
“Por el momento lo que nos toca es ver cómo vamos a levantar el espacio, comenzando por demolición y posteriormente tocar puertas para ver de dónde podemos sacar los apoyos para la construcción”, finalizó Víctor Carpinteiro.