Monterrey, N.L.-
“La democracia no asegura tener un buen gobierno. Es más, tenemos un pésimo gobierno; la democracia lo único que asegura es que podamos castigar a ese pésimo gobierno para que llegue otro gobierno, que de una vez les anticipo: no va a ser bueno, pero que llegue“, afirmó Enrique Krauze a estudiantes y profesores del Tecnológico de Monterrey ayer por la tarde.
El historiador, ensayista y editor, dictó la conferencia “La Construcción del Poder. Memoria y Presente en la Política“, en la cual advirtió que es muy probable que Andrés Manuel Lopez Obrador obtenga el triunfo en las elecciones del 1 de julio próximo, pero tendrá que cumplir las promesas de campaña, de lo contrario, será el primero en recordarle que debe respetar las leyes y la democracia.
“Tengo la impresión de que México votara masivamente y Andrés Manuel ganará, pero seré el primero en levantar la mano y criticarlo, aunque veo la tentación autoritaria“, vaticinó.
Durante su ponencia basada en su libro “El pueblo soy yo” ,hizo un repaso histórico sobre los diferentes sexenios; especialmente cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tenía control absoluto sobre los medios de comunicación.
“En los tiempos de la presidencia imperial, donde el presidente era el monarca de México, no se podía tener opiniones distintas; no te metían a la cárcel salvo que fueras guerrillero, pero sí había una actitud de represión porque sí había que censurarse o autocensurarse.
“Yo no quiero que vuelvan los tiempos en donde un solo hombre domina a todo el país. Creo que la historia del mundo y la historia de México tienen ejemplos suficientes que demuestran que al poder hay que limitarlo, acotarlo y criticarlo“, aseveró.
Sobre su posición ideológica fue categórico: “ Ningún candidato me convence. Por razones históricas no voy a votar por el PRI, no me gustan los ejércitos de la intolerancia“.
Por ello, se consideró liberal, sin partido político y sin candidato.
Señaló previamente que en “El pueblo soy yo“ sostiene que en México y en América Latina llevan a cuestas tres siglos de mentalidad, de pensamiento y de filosofía política de monarquismo español, que siguen pesando mucho en la actualidad.
Apuntó además, que el caudillismo ha sido muy importante en América Latina, ya que la literatura latinoamericana está llena de historia de caudillos, desde “Santa Anna: el dictador resplandeciente“ de Rafael F. Muñoz, hasta hasta “Facundo o civilización y barbarie“ de Domingo Faustino Sarmiento, que describe al personaje que generalmente es un hombre fuerte, ese que habla a las masas, el guapo y seductor, al que a todo el mundo hechiza.
“En mi libro lo que yo hago es recordar esas dos vertientes de la tradición y decir: caramba, a la pobre democracia liberal le quedó muy poco espacio“, manifestó el historiador Enrique Krauze.