México, D.F.-
El ejercicio se ha puesto de moda en el mundo, incluso, se han creado vestimentas, calzado, recipientes y otras cosas especiales para los deportistas.
Si bien tiene un valor estético, también sirve para alejarse del sedentarismo, lo cual es como adquirir un seguro de vida.
Al ejercitarse se reducen los niveles de estrés, fatiga física y mental, molestias músculo-esqueléticas, incrementa hasta 10 años la expectativa de vida y reduce hasta 50% la probabilidad de enfermedades crónicas.
POCA ACCIÓN, RIESGO MAYOR. De acuerdo con una alerta dada por el Departamento de Salud de Gran Bretaña, el sedentarismo es “el asesino silencioso”, pues la falta de actividad física no sólo provoca la expansión de la cintura, sino también incrementa el riesgo de contraer enfermedades graves.
Según expertos, caminar rápido durante 25 minutos al día pueden incrementar de tres a siete años la esperanza de vida.
Según un estudio realizado por la Universidad de Cambridge, donde se monitoreó a 300 mil europeos durante 12 años, una caminata enérgica de 20 minutos al día, o el equivalente, reduce la tasa de mortalidad anual en la gente de peso normal hasta en un cuarto, y para la gente con obesidad, el 16%.
MÁS ALLÁ DE LA ACTIVIDAD DIARIA. Profesionales de la medicina, endocrinólogos, nutriólogos y médicos del deporte coinciden en los beneficios de la actividad física, la cual debe ser independiente de los recorridos diarios para ir a la oficina, la escuela o las compras del mandado.
Estar en la oficina no es pretexto
Aquí te dejamos algunos movimientos que alivian el estrés y estiran los músculos adoloridos. Date un “break” en tu trabajo.
Estírate de pies a cabeza, empezando por el cuello.
Inclina lentamente la cabeza hacia uno de los hombros.
Mantén la posición durante diez segundos y cambia de lado.
Deshazte de los dolores por estar en la misma posición un buen rato.
Afloja los hombros, esto ayudará a aumentar la flexibilidad.
Estira los hombros hacia adelante en un movimiento circular.
Estira los hombros hacia atrás en un movimiento circular.
Repite diez veces.
Sentadillas de silla
Párate de frente a tu silla de oficina con los pies separados a la altura de tus hombros. Ahora, emula la acción que haces al sentarte en la silla. Baja a la altura estimada en la que normalmente tus glúteos tocan la silla, vuélvete a parar y repite el ejercicio. Asegúrate de que las ruedas de la silla estén trabadas en el caso que tengas una silla móvil.
Este ejercicio tonificará y fortalecerá la parte inferior de tu cuerpo.
Trabajo de tríceps en tu silla
Sentada en tu silla, coloca las manos en ella para darte soporte y adelanta los pies hacia afuera hasta estar en una posición donde tus muslos estén paralelos al piso y tus rodillas dobladas. Dobla tus brazos desde el codo y desciende de forma controlada. Dobla tus brazos hacia la parte de atrás de tu cuerpo y no a los lados. Baja unos centímetros y carga tu cuerpo con los brazos, después endereza los mismos hasta llegar a tu posición original. Este movimiento fortalecerá tus tríceps y la parte trasera de tus brazos.
Abdominales de silla
Con este ejercicio podrás trabajar el abdomen desde la silla de tu oficina. Siéntate con una postura recta, espalda derecha y pegada al respaldo, y asegúrate de mantenerla. Simplemente, coloca tus manos detrás de la cabeza y, al mismo tiempo, eleva una rodilla en dirección a tu pecho, dando seguimiento a esta acción acerca el codo del brazo contrario hacia la rodilla. Repite esta acción del lado contrario. Este movimiento fortalecerá el centro de tu cuerpo.