Monterrey, NL.-
En el periodo comprendido entre 1951 a 1959, Alfonso Reyes estuvo encerrado en su casa por problemas de salud. Ahora, a poco más de 60 años de distancia, 40 autores reflexionan sobre esta etapa de la vida que tuvo el regiomontano universal en el libro “Reyes en nuestra cuarentena”.
El pasado lunes 24 de mayo dentro del Festival Alfonsino 2021, se realizó la presentación virtual de esta compilación realizada por Alberto Enriquez Perea y Mariana del Arenal, quienes compartieron su experiencia sobre cómo se gestó este libro hasta ver el proyecto terminado.
“Reyes en nuestra cuarentena” editado por la UANL, contiene más de 500 páginas y se divide en 7 capítulos : “La benevolencia del encierro”, “Un Viaje Alfonsino”, “Vida intelectual, académica y diplomática y “Reflexiones sobre la obra Alfonsina”, “Una vida apasionada”, “Alfonso Reyes” y “De la cocina de Reyes”.
“En el primero que abre las puerta de libro `La benevolencia del encierro´ cada uno de los autores nos invita a que seamos empáticos, a que creamos de crear, a pesar de las circunstancias, a pesar de una situación complicada en la que estamos viviendo ; que entendamos el dolor del otro y que este tiempo de pandemia no ha sido un año perdido, si nosotros así lo creemos.
“Este libro es una invitación a que seamos reyistas, siento que el tiempo que estamos viviendo actualmente, es un tiempo que podemos rescatar para entender y ayudar al otro. Ser reyista es un privilegio, pero también es una decisión”, manifestó Mariana del Arenal, una de las coordinadoras de esta obra colectiva.
Andrea Enríquez, una de las colaboradoras, señaló que en la década de los años 50s Alfonso Reyes también atravesó por una especie de confinamiento, ya que al estar enfermo, tenía que realizar sus actividades en casa.
“Su rutina consistiría en hacer limitados los recorridos de su casa al Colegio de México, hasta que por su edad y los problemas de salud, le impidieron su actualización en el mundo exterior. Esa fue su cuarentena, la que inspiró a los coordinadores para echar andar este proyecto”, mencionó.
Mientras que Analí Castrejón consideró : “Reyes en nuestra cuarentena, es una obra valiosa ya que da cuenta de la profusa afluencia de autores, perspectivas y generaciones, que mantiene vigente, vivo y nutrido al reyismo.
“Posiblemente esto se debe a la vastedad de ámbitos en los que Reyes se involucró con profundidad. Tal vez la causa radica en su pensamiento fértil, arquitecto de cuestionamientos relevantes en la actualidad; quizá lo que sucede es que algo que su enorme ser -hacer, impregna, enseña, provoca a los que escribimos acerca de él”, apuntó.
Y Alberto Enríquez Perea, quien coordinó el proyecto con Mariana del Arenal, desarrolló en su texto un escenario imaginario en el que Reyes estaría pasando la cuarentena como cualquiera de nosotros.
“Alfonso Reyes sí sabía cómo aprovechar la cuarentena. Ahora podía trabajar a su gusto en su casa-biblioteca, bautizada por Enrique Díez Canedo, como Capilla Alfonsina; y por los hermanos masones, Templo del saber. De inmediato instaló la más alta y sofisticada tecnología para estar en contacto con el mundo y, por supuesto, con México.
“Lo demás, estaba en orden. Su biblioteca perfectamente ordenada, sus registros bibliográficos puestos al día, las novedades bibliográficas llegaban puntualmente, casi al día siguiente de haber hecho la solicitud, y estaba listas para ser leídas y estudiadas. Las suscripciones a diarios y revistas al corriente. Lo digital no lo despreciaba; todo lo nuevo, lo disfrutaba, como el niño con juguete nuevo”, escribió Enriquez Perea en su colaboración dentro del primer capítulo “La benevolencia del encierro”.
“Reyes en nuestra cuarentena” está disponible para descarga en editorialuniversitaria.uanl.mx