Monterrey, N.L.-
La poeta y activista árabe Joumana Haddad se convirtió en lectora y luego en escritora porque descubrió que las palabras le dieron esa libertad que anhelaba desde niña.
Nació en Beirut, Líbano hace 49 años y fue testigo de las desigualdades de género y el maltrato a la mujer que es visto con frecuencia en la cultura árabe, pero que también existe en otras partes del mundo.
Haddad, tuvo un encuentro con estudiantes del Tecnológico de Monterrey esta tarde en el marco de la Cátedra Alfonso Reyes y posteriormente haría una visita al Jardín de la Poesía en el Parque Fundidora y más tarde tenía otra cita con los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León como parte de las actividades de la UANLeer.
“Yo nací en Beirut en 1970 y la guerra empezó en 1975: había mucho odio y violencia, y creciendo en esta situación y con unos padres muy conservadores, quienes limitaron mucho la libertad, entonces la palabra fue desde un inicio, mi libertad.
“Pensé que quizá con la palabra puedo ser libre, mientras que en la vida real no podía serlo por muchas razones, y por eso me convertí en lectora y escritora. Siempre ponía en las palabras la imagen del futuro que yo deseaba” , expresó en español, uno de los siete idiomas que domina.
La autora de “Yo maté a Sherezada”, “Superman es árabe” y “La hija de la costurera” por mencionar algunos, afirmó que lo que le ha brindado mayor educación ha sido la lectura, que le sirvió de entrenamiento para alcanzar la libertad.
“Cuando empecé mi actividad de militante, y aunque ya hacía en mis libros, después como forma de compromiso político, las palabras estaban ahí para sostenerme y darme el poder de decir las cosas tal y como son.
“Y de no tener miedo de decirlas, porque también muchas veces no sólo en el Líbano o en la cultura árabe, muchas veces evitamos decir las cosas tal como son, porque pensamos que es muy crudo o agresivo, pero yo creo en esta agresión, la necesitamos para despertarnos porque hay mucha indiferencia”, argumentó.
Y sobre el tema de la indiferencia social, consideró que es como un cáncer que debe ser erradicado con acciones para el bienestar común.
“La indiferencia es un cáncer que vivimos los seres humanos, y aunque entiendo que digan que tienen derecho de querer estar en una burbuja, creo que todos tenemos una responsabilidad para cambiar al mundo, todos pueden hacer algo para mejorar este mundo”, enfatizó.
Señaló que fundó el año pasado Centro de Derechos Humanos dirigido a jóvenes que defiende cuatro valores fundamentales : la separación entre religión y política; la igualdad de género; la inclusión, así como la libertad en todas sus formas.
“He fundado este centro para poder dar a estos jóvenes, la posibilidad de lo que ellos quieran ser. Es un privilegio que yo no tenía y tenía que usar una máscara.
“También se realizan proyectos como el Festival Internacional del Feminismo en Beirut, en donde hubo espectáculos teatrales, películas y música con el tema del feminismo”, indicó. Sobre el activismo, dijo que las mujeres deben canalizar una furia que puede transformar y generar un cambio social.
“Las mujeres deben ser furiosas, porque cuando tu ves lo que está pasando en el mundo y no te pones furiosa, eso quiere decir que falta algo en tu ser, y la furia puede transformarse en amor” , manifestó.
Al concluir su presentación , Joumana Haddad dedicó una poesía a la mujer mexicana.