Cd. de México.-
Apenas una hora tomando un refresco en el jardín y de repente pasó: la cara está roja y tira, quemada por el sol. Si la quemadura es muy desagradable ayuda el ácido acetilsalicílico (AAS) o asipirina, ya que, en definitiva, una quemadura solar es una inflamación.
También refrescan y calman los paños con requesón o yogur. Esto no cura la lesión, pero alivia el dolor.
Lo ideal es, por supuesto, prevenir las quemaduras de sol. Esto se logra usando una crema con factor de protección solar alto. También es importante aplicarse una buena cantidad de crema. Para una buena protección, la piel necesita alrededor de dos miligramos de crema solar por centímetro cuadrado de piel. En el caso de un hombre adulto son al menos 25 gramos. Si se aplica poca crema, una factor 50 se convierte en factor 20. La crema debe ser aplicada nuevamente cada tres horas, aunque diga que es resistente al sol.
Muchas personas eligen una crema de factor bajo para verse bronceadas. Sin embargo, los dermatólogos advierten que el color marrón es en realidad una enfermedad de la piel y que hay que tomar conciencia de que el sol no sólo hace envejecer antes la piel, sino que puede provocar cáncer.