Nuevo Laredo, Tamps. / Diciembre 15.-
El obispo de Nuevo Laredo, Gustavo Rodríguez Vega, hizo un llamado a los gobiernos de Estados Unidos y de México, para que actúen con sensibilidad en su trato hacia los mexicanos deportados, y que se respeten sus derechos en territorio norteamericano.
Lamentó que la crisis económica que aún afecta a la dos naciones, provoque el retorno de mexicanos que ya vivían en Estados Unidos por años, pero más porque ese país deporte de manera indiscriminada a niños y adultos, lo que dijo, ocasiona severos daños en las familias, al quedar desintegradas.
“Tenemos que abogar por estos mexicanos que han cruzado al otro lado, para que sean tratados con dignidad, y que les den oportunidad de arreglar su situación (migratoria), para poder reintegrarse con sus familias”, expresó el religioso.
Destacó que la pobreza en que viven miles de mexicanos, obliga a que emigren al norte del país, y luego hacia Estado Unidos, debido a la ausencia de incentivos económicos que les permitan vivir con dignidad.
Reportes de la Casa del Migrante ‘Nazareth’, de esta frontera, indican que en noviembre de este año, con relación al mismo mes del año pasado, la cantidad de deportados se duplicó, al tener un registro de 186 contra 98.
El mismo reporte indica que de enero a noviembre del año 2007, se atendieron en ese albergue 10 mil 173 personas; un año después la cantidad bajó a 10 mil 141, para ubicarse en lo mimos once meses de este año, en seis mil 227.
Una de las razones de la baja en el flujo de migrantes que llegan a esta ciudad con el objetivo de cruzar el río Bravo, de acuerdo al informe, es por los testimonios de migrantes que han sido violentados en sus derechos, versiones que llegan a los oídos de los que aún no llegan a la ciudad, por lo que desvían su ruta hacia otras fronteras.
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