Matamoros, Tamps. / Marzo 10.-
La Diócesis de Matamoros reprobó la acción de muchas de personas que han convertido en su modus vivendi el deambular en el centro de la ciudad con la finalidad de pedir dinero.
El Obispo de la Diócesis de Matamoros, Faustino Armendáriz Jiménez, indicó que es lamentable ser objetos de algún fraude de estas personas, tomando en cuenta que ya lo hacen a manera de sobrevivencia queriendo aprovechar su apariencia de persona necesitada.
Armendáriz Jiménez agregó que por ello que están solicitando la colaboración de la población para evitar darles dinero, o en su defecto analizar bien a quien les dan para evitar que siga habiendo este tipo de fraudes.
“No debería de ayudarse con dinero a este tipo de personas que piden en las calles, sino se debe de canalizar a instituciones de apoyo o atención específica a fin de darles seguimiento, sobre todo porque necesitan comprobar realmente su necesidad”, señaló.
Señaló que lógicamente cada quien está en su derecho de darle o no a este tipo de personas, pero se tiene que analizar bien a quien se le da porque hay quienes en ocasiones no lo necesitan.
“Vemos que lamentablemente el pedir limosna o pedir dinero para determinada necesidad se ha hecho últimamente como un modus vivendi, teniéndose por ello que evitar dar dinero y por el contrario canalizarlos ya sea a la casa del migrante o la casa del indigente, dependiendo de la necesidad”, argumentó.
Destacó que la Diócesis permanece al pendiente de estas personas, por ello se ha designado tanto la Casa del Migrante como la Casa del Indigente para cubrir algunas necesidades.
Aseguró que en la Casa del Migrante se les da cobijo, alimento y ropa, también les busca el apoyo económico para comprar el boleto que les permita retornar a su ciudad o país, según sea el caso.
“En las afueras de las Iglesias llega a ser un pan de todos los días el hecho de que se encuentren personas pidiendo, por lo que recomendamos tener cuidado y no dejarse engañar”, dijo el Obispo, quien añadió que es necesario por atención a en quienes en realidad tienen verdadera necesidad y ya después de dos o tres veces que se les ve con el mismo pretexto se trata de personas fraudulentas que abusan de la gente caritativa.
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