Pueden medir de tres milímetros a 15 centímetros y el síntoma más común es el sangrado y aunque son benignos deben recibir tratamiento médico.
Reynosa, Tam.-
Las tumoraciones uterinas siempre son motivo de preocupación pues las pacientes de inmediato lo asocian con algún tipo de cáncer, sin embargo, los miomas o fibromas son benignos.
También llamada miomatosis uterina es una de las tumoraciones más comunes en el tracto genital uterino, mencionó la especialista en Ginecología y Obstetricia,Teresa Tijerina Ortega.
“Son tumores de músculo liso que aparecen en la matriz o útero y pueden padecerlos hasta el 50 por ciento de las mujeres y dependiendo de su ubicación, serán los síntomas que se presenten, aunque la mayoría de las veces es asíntomático y pueden pasar desapercibidos”, detalló.
Su tamaño va de los tres milímetros hasta los 10 o 15 centímetros y la causa es por efectos hormonales.
“Las hormonas femeninas, estrógenos y progesterona, son las que hacen que crezcan estas tumoraciones en pacientes de entre 25 y 45 años, que es la edad fértil en donde las hormonas están más activas”, explicó.
El haber presentado la menstruación de forma muy temprana, por ejemplo, a los 9 o 10 años, o la aparición de la menopausia de forma tardía, a los 49 o 50 son factores para desarrollarlos y también el uso de anticonceptivos.
Explicó que los miomas se pueden clasificar en submucosos, es decir, bajo la superficie del revestimiento uterino; subcerosos, bajo la cubierta externa del útero o intramurales, los que crecen dentro de la pared muscular.
Uno de los síntomas más frecuentes, según la especialista, es el sangrado anormal, el cual puede presentarse fuera de la menstruación o durante ella pero de forma más abundante.
“Es muy común que las mujeres que llegan con sangrados tengan anemia debido a la cantidad excesiva de sangre que se pierde, un nivel normal de hemoglobina es de 10, muchas personas llegan con 2, no es ni la mitad de lo que deben tener”, mencionó.
Debido a la anemia puede presentarse fatiga, poco rendimiento en sus actividades y dolor de cabeza.
Advirtió que cuando hay hemorragias muy severas pueden llegar a necesitar una transfusión sanguínea ya que corren el riesgo de presentar un choque hipovolémico.
También recibe el nombre de shock hemorrágico y ocurre cuando baja el volúmen sanguíneo al grado que el corazón no tiene suficiente sangre para bombear al resto del cuerpo y fallan los órganos por falta de oxígeno.
Si los miomas crecen mucho y por fuera de la matriz, pueden presionar los intestinos o la vejiga y esta compresión puede provocar colitis.
La ginecóloga dijo que, aunque de forma muy rara, puede presentarse una compresión durante las relaciones sexuales y ocasionar dolor, incomodidad y molestias.
Expresó también que si después de un año de tener relaciones sexuales la paciente no logra embarazarse, pueden ser un factor para la infertilidad.
“Esas tumoraciones que se encuentran por dentro de la matriz no permitirán que se implante el embarazo”, comentó.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
El diagnóstico se realiza por medio de un ultrasonido que puede ser transvaginal
u abdominal con los que se detectarán tumoraciones desde tres a cinco milímetros hasta los más grandes.
“El 50 por ciento no requiere tratamiento son asintomáticas solamente debe vigilarse que no vayan a crecer y el tratamiento depende de la edad y sintomatología”, expresó.
Si la paciente presenta hemorragias se puede administrar medicamento o realizar un procedimiento quirúrgico.
El tratamiento médico a base de hormonas puede ser en inyecciones, tomado o por medio del dispositivo intrauterino (DIU) y se recomienda a mujeres jóvenes que aún no han tenido hijos o desean tener más.
Con ello se logrará terminar con los sangrados y disminuir el tamaño de los miomas, expresó la doctora.
“El tratamiento médico es para pacientes que no tienen síntomas tan abundantes o quienes no puedan someterse a una
cirugia, si está cercana a la menopausia el tratamiento hormonal es la solución porque si la paciente deja de menstruar se acaba el problema de los miomas”, precisó.
En cuanto a los tratamientos quirúrgicos existen dos opiciones: la miomectomía y la histerectomía.
La miomectomía es un procedimiento quirúrgico por medio del cual se quitan los fibromas o miomas, dejando el útero intacto, explicó la doctora.
Puede ser cirugía abierta o laparoscópica, en la cual se hacen pequeñas incisiones para realizarla, aunque son procedimientos sencillos, como todo procedimiento quirúrgico hay riesgos, siendo el mayor el sangrado.
La especialista comentó que después de la cirugía pueden crecer nuevamente, pero los tratamientos hormonales realizarán un bloqueo para impedirlo.
“Hay tratamientos como los análogos de gonadotropina que causan una menopausia en la paciente y dejarán de crecer los miomas, están indicados también previos a la cirugía cuando son tumoraciones muy grandes para reducirlos y que sea más fácil extirparlos”, detalló.
La histerectomía, comentó Tijerina Ortega, es una operación por medio de la cual se extrae el útero, pueden quitarse los ovarios o no, según las indicaciones del médico.
La ginecóloga dijo que si la paciente ya no desea tener hijos y tiene sangrado muy abundante, puede ser candidata a ella, por lo que se realizará un protocolo para hacerlo, una valoracion y deberá descartarse cualquier tipo de cáncer.
“Cualquier mujer que escucha que le van a quitar la matriz se impacta. Entran muchos aspectos psicológicos en juego, pero la cirugía no está indicada en todos los casos, si tengo una paciente joven sin hijos no se le puede quitar la matriz; dependerá de cada persona y por supuesto que esté bien convencida de ello”, agregó.
La especialista destacó la importancia de acudir con el ginecólogo ante la presencia de cualquier sangrado anormal y no restarle importancia, pues el tratamiento a tiempo es lo mejor para la salud.