Los animales se han convertido en “miembros” de la familia, por lo que su muerte causa gran pesar y en ocasiones, cuesta mucho superarla.
Reynosa, Tam.-
La idea que la sociedad tenía sobre las mascotas ha cambiado con el paso del tiempo y actualmente perros y gatos que son los más comunes, son considerados por muchas personas como parte de la familia.
La psicóloga Lorena Muñoz Gómez y el médico veterinario zootecnista José Gilberto Aguilar Méndez, abordaron este tema, cada uno desde su ángulo y área de desarrollo.
‘PERRHIJOS’
El estilo de vida de las personas ha cambiado, lo cierto es que cada vez son más familias que tienen una o varias mascotas en su hogar, pero cada vez son menos las que los ven como tal.
Muchos destinan grandes cantidades de dinero para adquirir artículos para ellos y otros hasta los llaman “perrhijos” o “gathijos”, según sea el caso.
Por eso, es impactante cuando una mascota fallece por lo que se vive un proceso de duelo muy parecido a la pérdida de una vida humana con todas sus etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
LO VIVEN DISTINTO
Niños y adultos no lo ven de la misma manera, pues para un pequeño resulta mucho más fácil superar la situación, mientras que el adulto por todas sus experiencias previas, le cuesta más aceptarlo.
Muñoz Gómez expresó que hay que hablarle siempre al niño con la verdad y por ser un tema delicado hay que buscar el mejor momento para utilizar palabras adecuadas.
“No le vas a decir a la salida del colegio que se murió su perrito ni tampoco en medio de una fiesta, hay que saber cuándo y cómo”.
Por lo regular, dijo, la regla que los terapeutas siguen para considerar que una persona tiene salud mental es que tome sus alimentos de manera adecuada, que no pase por una alteración del sueño, que tenga relaciones sociales favorables y que viva una cotidianeidad.
Si todo esto se cumple no hay razón para llevar a un niño a terapia.
Expuso que, cuando los infantes asisten a terapia por lo general son muy abiertos al diálogo.
“A lo mejor un niño se reprime un poco, pero nueve de 10 van a estar dispuestos a hablar y a externar sus sentimientos y emociones, después se va a enojar, va a llorar un poco pero lo va a superar”, dijo.
DIFÍCIL LABOR
José Gilberto Aguilar Méndez, médico veterinario zootecnista y especialista en felinos, dijo que una de las cosas más difíciles con las que tiene que lidiar es el practicar la eutanasia a alguno de sus pacientes.
La mayoría de las veces, este procedimiento que consiste, según el entrevistado en “poner a descansar a un animal para evitar una agonía dolorosa”, se realiza a quienes padecen enfermedades virales que pasaron de ser crónicas a agudas y no hay medicamentos que puedan ayudarle.
Cuando llega el momento, los dueños de la mascota acuden con su cobija o juguete favorito, en ocasiones asiste una sola persona, a veces toda la familia y en numerosos casos han estado presentes también niños.
A veces sucede que el animalito muere durante su estancia en la clínica y entonces el médico debe armarse de valor para localizar al dueño y darle la triste noticia.
“Es complicado y muy fuerte, ¿cómo le voy a hablar al dueño y decirle que su mascota murió? lo aprendes a la mala, hay unos médicos que tratan a las mascotas como los animales que son, como nos enseñaron en la facultad, pero la medicina animal ha cambiado y yo se que son más que mascotas para sus dueños”, expuso.
El médico de Clínica Veterinaria Aguilar dijo que no todas las personas afrontan igual la pérdida de una mascota, pues mientras unos desean otra hay quienes no quieren un animal en su vida nunca más.
“Muchos dicen ‘no vuelvo a tener un perro o un gato en mi vida’, pero les digo que no se cierren a esa posibilidad, si esa mascota que se tuvo que eutanasiar llegó a ellos es porque fue de los pocos que lo pudo haber ayudado, que imagine que pudo haber fallecido en la calle sin nadie que le diera amor”, comentó.
La psicóloga Lorena Muñoz dijo que el proceso de duelo en los pacientes dura seis meses y aunque no hay una regla fija ese podría ser el tiempo sugerido para tener otra mascota.<