Cuando ocurre un accidente hay que responder sin pensarlo,
y más si es un infante.
Reynosa, Tamps.-
Para un padre de niños pequeños es fácil sufrir miedo o temor por su bienestar, por ello ante cualquier eventualidad es normal tener deseos de llevarlos a emergencias pero ¿cuándo hay que hacerlo?
Una emergencia médica es la situación en la que deben tomarse decisiones inmediatas para salvar la vida de las personas en riesgo.
Para atenderlas el personal médico debe contar con una capacitación y formación adecuada, pues la vida del paciente está en riesgo.
La doctora Cinthia Gutiérrez Rodríguez dijo que en el caso de los niños, sobre todo los más pequeños, hay que tener mucho cuidado, pues son más vulnerables ante diversos acontecimientos.
GOLPES
Los golpes son las situaciones más comunes cuando los menores llegan a la sala de emergencias, y eso dependerá del daño o la intensidad con la que se hayan producido.
Pueden ser desde la rotura de pequeños vasos sanguíneos, hasta la lesión de otros órganos y tejidos.
La especialista dijo que los golpes que ocasionen heridas, así como los que se produjeron en la cara, el área de los ojos y oídos,
son de gran consideración.
También los causados por
caídas de ciertas alturas, debe ponerse atención.
“Siempre hay que poner atención a los traumatismos en la cabeza y solicitar atención médica de emergencia cuando hay una herida y sangrado abundante, hundimiento del cráneo, vómito, convulsiones, llanto excesivo, pérdida de la conciencia y dolor intenso”, manifestó.
FIEBRE
La fiebre alta puede presentarse por diversos factores y existen múltiples opciones para lograr que disminuya, por ejemplo, medicamentos como el ibuprofeno o paracetamol; en este caso hay que aplicar compresas con agua tibia o el baño.
La temperatura normal del cuerpo oscila entre los 36 y los 36.8 grados centígrados y a partir de los 37 se le llama febrícula.
“Si el niño tiene 38 grados de temperatura, no hacemos nada y de repente ya está en 40 puede ser un detonante para que convulsione”, externó Gutiérrez Rodríguez.
La fiebre por sí sola no es un motivo para que el pequeño acuda a emergencias, pero si presenta algunos síntomas como flacidez o negativa a moverse, dificultad para respirar y manchas amoratadas, sí lo es.
También cuando exista irritabilidad externa en labios, lengua, uñas amoratadas y convulsiones.
INTOXICACIONES
La doctora explicó que cuando el menor ingiera alguna sustancia que ponga en riesgo su vida no se debe provocar el vómito, primero hay que identificar qué fue lo que tomó y cuánto tomó.
Tener la etiqueta del producto cerca, leer su composición, recomendaciones y estar familiarizado con la cantidad contenida en el empaque, pueden hacer más fácil el proceder médico.
EN CASO DE…
Finalmente la médico general indicó que ante cualquier tipo grande de quemadura, sobre todo si está en la ingle, manos, pies, cara o pecho hay que acudir al servicio de emergencias.
De igual manera ante hemorragias o sangrados que no cesan, tras presionarlas durante cinco minutos.<