Un simple examen a tiempo puede mostrar las condiciones actuales del órgano principal del aparato circulatorio, recomienda el doctor Filiberto Rodríguez-Salinas.
McAllen, Tx.-
Con la experiencia de haber realizado miles de operaciones a corazón abierto, el doctor Filiberto Rodríguez-Salinas está convencido que se podrían salvar más vidas, si existiera un sistema de prevención.
Con 71 años, aunque parece de 60, el especialista tomó la decisión de cambiar sus hábitos de vida luego de que subieran sus índices en una tomografía del corazón (calcium score).
“Como anécdota fui a Xalapa con amigos de Monterrey, los mercados están llenos de chicharrones, hay cientos de localitos, recuerdo que mi padre me pedía que comiera con él. Mi padre los comía en Reynosa en las tiendas, yo le decía que no me gustaban, es una razón importante, porque tengo la herencia obvia, descubrí que me enfoqué en eso seriamente y desde que tenía 50 he andado un poco paranoico; ahora hago ejercicio y trato de cuidarme”, explicó.
Su padre (Filiberto Rodríguez Plata) falleció de un infarto al corazón a los 65 años y fue también un médico reconocido en Reynosa, llegó a ser parte importante de los socios del Club de Leones en los años cuarenta, era una persona social muy activa y tenía su consultorio en la calle Zaragoza y Canales.
Egresado como médico de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), con posgrados en cirugía vascular cardiotoráxica, el ahora vegetariano trabajó en Cleveland Clinic, y en la prestigiosa Mayo Clinic.
“Consumo lo que la tierra produce, es una alimentación a base de plantas, nada que tenga patas como puerco, res, pollo, pero tampoco lo que el hombre hace como pizzas o hamburguesas”, dice quien recibió una oferta para trabajar en McAllen con el Methodist Dallas Medical Center en los años ochenta, le dieron un cheque de 10 mil dólares, pero dudaba mudarse a la frontera porque aún no tenía el crecimiento de una ciudad.
Fue después de ir al cine con su esposa Margarita, vieron la película Gandhi y se conmovió con el ejemplo del personaje, por lo que decidió ofrecer su ayuda y establecer sus raíces en la frontera texana.
Tuvo que empezar de cero, aportar su experiencia para contar con una sala equipada de cirugía, hasta cuartos que recibieran a los pacientes operados para su recuperación.
EXPERIENCIA
“En mi profesión en la cirugía del corazón veo yo que me entretengo operando problemas con arterias tapadas o con un paciente con un infarto, pero definitivamente es más importante prevenir esta enfermedad y eliminarla”, explicó.
Señaló que por lo tanto se puede eliminar la enfermedad, pero se requiere un gran esfuerzo, “sabemos que actualmente la mitad de la población va a tener un problema de las arterias y la otra no”.
Es decir que si hay antecedentes de padres o familiares con problemas en el corazón, podrían “heredarse” estos.
“No escogemos a la esposa u esposo por tener malos antecedentes, no sucede así, pero podemos cuidarnos si sabemos que sucedió algo en nuestros padres”, dijo.
Rodríguez-Salinas comentó que aunque se realizan las pruebas de esfuerzo para saber cómo está el corazón del paciente, él recomienda las tomografías computarizadas (calcium score) que indican el índice que puede tener de calcio en las arterias del corazón, para evitar un infarto en el futuro y tomar decisiones de cambio de hábitos.
“Conocí a Pepe Robinson, una persona muy fina, elegante, él se hizo una prueba de esfuerzo y salió bien; pero a los dos meses falleció de un infarto, porque hay cosas que no aparecen ahí en la prueba”, dijo.
Además los costos no tienen comparación, porque una tomografía computarizada del corazón está en cien dólares, mientras que una prueba de esfuerzo cuesta mil.
“Me voy a meter a un ángulo no común: la medicina es un negocio, por eso hay tantos hospitales tan bonitos. La economía del país es muy importante, para los gastos médicos y la gente se endeuda pagando gastos médicos, y no hay mucho énfasis en la prevención”, indicó.
La gordura no es un factor que influya en definitiva para causar un infarto al corazón, porque lo mismo lo tienen las personas delgadas, pero recomienda dar vuelta al timón para tomar decisiones vitales, como evitar el sedentarismo y adoptar una alimentación sana.
“Yo a los 50 años tenía 30 de índice de calcio, lo que indica que tenía un poco de calcio, no era para preocuparse pero yo me hacía la tomografía cada dos años”, expresa.
Después de 15 años tocó fondo porque su calcio marcaba 90, entonces decidió cambiar su alimentación, para evitar el incremento en los índices de calcio.
“El detalle es saber, yo a mis 53 años tenía un calcio de 30, pero si el calcium score sube a más de 300 o 400 ya estás mal. Hay posibilidad de que tengas un problema serio en las arterias”.
Luego investigó a los pueblos que están dentro de las llamadas zonas azules, donde viven personas longevas, esto gracias a su alimentación como ocurre en Cerdeña, Okinawa, Loma Linda, Nocoya y la isla de Icaria.
“Hay gente que tiene muy buena herencia, no tienen problemas con el corazón, a pesar de que comen animales con patas como puerco y res, el detalle es saber de qué género eres tú, no lo sabemos, por eso es mejor cuidarnos”, indica.
Señaló que los 10 mil 600 pacientes que ha operado en 36 años muy pocas personas, menos del 10 por ciento han podido cambiar su alimentación, porque los consulta una vez al año, por lo que se requiere determinación.
Quien está afiliado a Doctors Hospital At Renaissance, hace equipo con muchos otros médicos y especialistas en el grupo médico Renaissance Cardiology Group, Mission Regional Medical Center, Rio Grande Regional Hospital y South Texas Health System, se dice creyente, porque ha vivido situaciones que sólo con la guía de Dios las ha superado.
Su familia es su orgullo, le sobreviven sus hijos Filiberto, quien es cirujano cosmético, Gabriel especializado en finanzas, Kiovanna quien estudió leyes y Kendrinna quien se recibió de economía y ciencias políticas.
Pero estar cerca de la vida y la muerte, lo llevó a una reflexión.
“Cuando alguien cercano fallece, los amigos corren de inmediato a hacerse una tomografía computarizada, la pregunta es ¿por qué no se la hicieron antes? La vida es importante y hay que saber valorarla”, subraya.<