Los casos de Cuba y Venezuela son especiales por el éxodo masivo de personas que están abandonando ambos países. Y en la fronteriza ciudad de Reynosa, Tamaulipas, México, se agolpan. Aquí la crisis humanitaria alcanza preocupantes proporciones.
Reynosa, Tam.-
Las caravanas centroamericanas no fueron las únicas que paralizaron los servicios de inmigración de Estados Unidos. Hace seis meses comenzó a registrarse otro fenómeno que en el presente mes de julio alcanza su momento más crítico.
Tan sólo en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas, del noreste mexicano, existen alrededor de tres mil personas varadas porque no han podido pasar la frontera.
Son especialmente cubanos y venezolanos que piden al gobierno del presidente Donald Trump asilo humanitario. Escapan de sus territorios, de la crisis política, del hambre y la miseria.
Hombres, mujeres con bebés en brazos, niños y ancianos, todos por igual han viajado miles de kilómetros, surcando cielos y mares, atravesado sinuosos caminos, peligrosos ríos y selvas, como la del Darién entre los límites de Colombia y Panamá, donde encontrar personas muertas forma parte del crudo recorrido.
“Yo salí por Guyana, tuve que pasar 11 países para poder llegar aquí hasta México. En la selva nos topamos con muchas personas fallecidas. Nosotros pasábamos y no podíamos hacer nada por ellos porque ya estaban fallecidos y teníamos que seguir la travesía.
“Muchos se deshidrataron por falta de alimento, por falta de agua. Otras se ahogaron en el río, porque no saben nadar”, relató a Hora Cero Lianet Arias.
Las violentas pandillas, los asaltos de las policías, la deshidratación e infecciones, las mordeduras de reptiles y lo que implica viajar a pie, en carretera y en tren, son un riesgo que todos se toman.
“Los policías no nos dejaban pasar, nos golpeaban, nos daban palazos”, agregó Lianet, mientras que Juan Miguel Oliva, un paisano suyo cuenta cómo es que han estado sufriendo esta crisis migratoria.
“Yo salí de mi país desde el año pasado, el 8 de diciembre y he pasado por 13 países para poder llegar hasta aquí y no he podido todavía lograr mi sueño americano. En el camino hemos observado de todo:
“Personas que se han aprovechado de nuestro problema, de nuestra situación, nos han quitado dinero. A mí me rompieron el salvoconducto que me dio el pueblo de México cuando salí de Tapachula, Chiapas. La Policía Federal me lo rompió, como a muchos que se van a topar en el camino que le han roto los salvoconductos. Muchos tienen miedo de continuar aquí”, expresó.
SE AGOLPAN EN REYNOSA
Sin embargo, a pesar de haber arribado a la frontera con Estados Unidos estos migrantes ahora se enfrentan con otro problema, porque las autoridades no los han dejado pasar.
Saturado, el servicio de Inmigración de ese país solamente está brindando asilo a muy pocas personas a comparación de las que llegan.
Estos ciudadanos aseguran que diariamente despegan de La Habana hasta ocho aviones comerciales repletos de pasajeros hacia Centro y Sudamérica y desde ahí emprenden el recorrido al norte. Pero para su sorpresa en Estados Unidos ya no quieren dejarlos pasar.
“El caso de Cuba es especial porque ya hay un éxodo masivo y se está saliendo la gente porque las aerolíneas están virando vacías para allá. La gente está huyendo por causa de la hambruna, del hambre que hay en Cuba y el gobierno en vez de aliviarle la vida a la familia están apretándole la situación económica a la gente por el salario pésimo.
¿Tú sabes lo que son 10 dólar (Sic) al mes, 225 pesos (cubanos) para mantener una familia?”, manifestó Yioandris Bolaños Vázquez.
Por su parte, Juan Miguel Oliva, habla de la última norma emitida por el gobierno estadounidense de no brindar asilo a personas que hayan atravesado países intermedios.
“Ahora mismo con la ley que bajó nuestro presidente Donald Trump. Lo llamo nuestro presidente porque vamos a su país y es nuestro país, porque es donde podemos tener expresiones de libertad, ya que en nuestro país no las tenemos.
“Eso tiene a la mayoría de nuestros compañeros asustados y eso está provocando que la gente se tire por el río”, lamentó.
Los migrantes viven en los refugios y en casas aledañas al río Bravo. Quienes pueden buscan un trabajo en la ciudad para poder sostenerse, pues se han terminado el poco dinero que les quedaba. Según reportes por Reynosa el gobierno estadounidense está brindando asilo a un par de personas en promedio por día. La desesperación los agobia.
CONTINUARÁ…
“Bueno en Cuba si uno mata una vaca te meten preso. O sea que vale más una vaca que un ser humano. Un ser humano lo matan y lo que le echan son cinco años o seis y matas una vaca y te meten 30 años”, dijo Roger Rodríguez Pavón.