Reynosa, Tamaulipas.-
A dos semanas del intenso frente frío número 35 de la temporada que afectó la zona norte del país, la vegetación sigue sufriendo los efectos.
Y es que en Reynosa aún es posible observar una numerosa cantidad de arbustos y plantas que no soportaron las inclemencias del tiempo y quedaron prácticamente secas.
Al respecto, el biólogo Isaías Betancourt mencionó que también hubo cultivos que resintieron el paso de la tormenta invernal y no solamente eso, los insectos y algunas especies animales también están padeciendo los daños.
El también catedrático y director de bachillerato de la Universidad Valle de México (UVM) expresó que hace algunas décadas era más común observar que el termómetro bajara de los cero grados centígrados, pero con el crecimiento demográfico y el cambio climático estos valores paulatinamente han ido en incremento.
No obstante, en el presente invierno se registró una temperatura de seis grados bajo cero, con una sensación térmica de menos 12, que está teniendo un impacto en el ecosistema.
“Nuestra región norte de Tamaulipas es agrícola y pues ahí también trajo afectaciones a los cultivos, en la época para la preparación de la siembra. Por ahí vi que había gente que tenía la esperanza de que no fueran afectadas las cosechas, pero el peligro es muy palpable, así como en nuestra vegetación”, detalló.
De acuerdo con datos oficiales, en la zona norte de Tamaulipas la helada causó que se perdieran más de 400 mil hectáreas de cultivos de sorgo y de maíz, por lo que los agricultores están solicitando apoyo al gobierno del estado y a la federación para que se reactiven los programas de apoyo al campo y puedan acceder a los seguros catastróficos.
El entrevistado dijo que las que no sufrieron tantos problemas son las especies endémicas de la región, como el huizache o el mezquite.
“Sin embargo, las plantas que son introducidas por nosotros mismos al venir de otros lugares no tienen las características para soportar estas bajas de las temperaturas”, mencionó.
Y es que las plantas se observan prácticamente como si estuvieran muertas. Algunas podrán retoñar, pero otras no lograrán sobrevivir.
“Al momento en que la temperatura desciende tanto en el tejido de las plantas, como circula agua o líquido, se congela y es donde ocurre que las células mueran y por consiguiente la planta está quemada”, explicó.
EL EFECTO POLINIZACIÓN
Además Betancourt comentó que una helada de las características que tuvo la de mediados de febrero presenta una influencia directa en el rol que desempeñan los insectos y las abejas en el medio ambiente.
Estos días, incluso, se les ha visto volando más cerca de las zonas habitacionales.
“Al afectar el frío a las plantas hablamos de las cadenas alimenticias donde los herbívoros o polinizadores, como son las abejitas, no hay de donde se estén alimentando y por eso se meten a los hogares en busca de comida dulce.
“Por ahí ha empezado a divulgarse mucha información de que pongamos fruta para que ellas tomen su alimento y puedan estar vivas. El daño que ocasiona este tipo de bajas temperaturas efectivamente altera tanto a las plantas como a los insectos”, agregó.
El especialista pidió prestar mayor atención al papel tan importante que desempeñan estos insectos y solicitó no atacarlos.
“Muchas veces no le damos la importancia a ciertos organismos. Todos tienen una función en los ecosistemas, así sean seres no muy agradables a la vista como algunos bichos.
“En el caso de las abejas ellas son los principales organismos que se encargan de la polinización y sin ellas ésta se vería afectada y por consiguiente muchas plantas tenderían a desaparecer porque ellas son las que transportan el polen de una flor a la otra, no solamente por el viento o por el agua”, ilustró.
De manera que la helada, a pesar de haberse terminado ya hace días, todavía sigue causando estragos.