El último gran flujo de indocumentados desde Centroamérica ha originado reacciones en el tema geopolítico–migratorio. Mientras el presidente Donald Trump los llama delincuentes, el contingente creció al tamaño de una crisis humanitaria.
Reynosa, Tam.-
En los últimos años las emergencias nacionales se han propagado por todo el mundo. En Asia los sirios e iraquíes huyen de la guerra yihadista. En África, cientos de miles de personas siguen emigrando por el hambruna y violencia de las dictaduras en países como Yemen, Argelia, Somalia, Sudán y Nigeria.
En Sudamérica, casi tres millones de personas escaparon de las condiciones de inseguridad y carencias de la Venezuela chavista de Nicolás Maduro.
Mientras que hacia Norteamérica no se detiene el éxodo de indocumentados y el pasado sábado 13 de octubre comenzó a escribirse el más nuevo de los capítulos, cuando una caravana de migrantes partió de San Pedro Sula con rumbo a Estados Unidos, atrayendo la atención de todo mundo.
Buscan asilo, pero el presidente Donald Trump advirtió que no los quiere en su país. A partir de entonces no ha dejado de usar el Twitter para fustigar el traslado internacional de hispanos al norte del continente.
REACCIONES
Marcelo Ebrard, próximo secretario de Relaciones Exteriores, consideró que el mandatario neoyorquino aprovecha la ocasión para promover al Partido Republicano de cara a los siguientes comicios electorales de mitad de periodo, que definirán el control del Congreso.
Trump amenazó con retirar apoyo económico a México si no detenía la caravana de migrantes, al igual que con Guatemala, El Salvador y Honduras. También aseguró que cerraría la frontera sur de la nación.
Ante la controversia que esto ha generado, surgió una preocupación por las implicaciones que pudieran provocar un paro en los cruces internacionales.
Pero los analistas políticos lo descartan y esgrimen que jurídicamente es muy complicado cercar la comunicación entre dos naciones como México y Estados Unidos, por la injerencia que tienen las provincias y los condados.
Clemente Cano Guerrero, quien es diplomático de carrera por el servicio exterior mexicano, interpreta que el llamado de Trump al bloqueo se refiere más bien al envío de efectivos para contener la oleada de migrantes y no a la interrupción de operaciones en los puertos fronterizos.
Por su parte el gobierno federal de México solicitó el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para atender el fenómeno migratorio.
La Oficina del Alto Comisionado del organismo para los Refugiados (ACNUR) accedió a la petición para apoyar a quienes solicitan una condición de refugiados.
La ONU procesa cada una de las solicitudes de los migrantes centroamericanos que busca llegar a Estados Unidos, pero aún no ha resuelto ningún solo asilo.
LA CRISIS INTERNACIONAL
Este fin de semana las imágenes de los miles de indocumentados intentando cruzar a México le dieron la vuelta al mundo. El gobierno federal envió efectivos para contener a la multitud.
Poco antes Mike Pompeo, el secretario de Estado norteamericano y Luis Videgaray, el de Relaciones Exteriores, participaron en una cumbre para abordar el tema.
El puente internacional que surca el río Suchiate se convirtió en el escenario de un incesante clamor de ayuda, mientras mujeres con niños en brazos eran aplastadas por las multitudes.
Muchos hombres entraron por la fuerza, otros nadaron para cruzar a México, desafiando a Donald Trump y continúan su marcha hacia la Unión Americana.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) estima que son más de cinco mil, aunque existen versiones de que en número podrían alcanzar los 10 mil, que llevan nueve días caminando y sufriendo las inclemencias del tiempo.
En Guatemala se quedaron otros de dos mil latinos, pero siguen llegando… En el sur del país las temperaturas de la selva los han extenuado, desmayado, pero reciben ayuda de las comunidades por donde pasan y no detienen su camino.
LA CRISIS QUE VIENE
Mientras tanto, en las ciudades fronterizas del norte de México aún no existe un plan establecido para atender a tantos refugiados.
La Casa del Migrante de Reynosa tiene una capacidad para 100 personas y 200 apiladas, pero apenas se dan abasto con el flujo ordinario de indocumentados, con un panorama similar al albergue Senda de Vida.
No cuentan con suficiente ropa, ya que las autoridades aduanales han bloqueado el paso de ayuda humanitaria en lo que a la prendas de vestir se refiere. Aún así, apoyan a los migrantes con alimentación y techo, mientras que la Secretaría de Salud de Tamaulipas les envía constantemente cuadrillas de vacunación.
“La casa siempre esta abierta para todos y en el momento que nos informemos y tengamos la seguridad que vienen sabemos que contamos con el apoyo del pueblo de Reynosa. La otra vez que tuvimos la llegada de la caravana la presidencia municipal nos apoyó, el Instituto Tamaulipecos Para los Migrantes y sobretodo las iglesias con comida, agua, baños y seguridad.
“Sabemos que cuando se da una circunstancia así nosotros podemos llamar y ellos… nos van a apoyar. La migración es el principio de la humanidad, porque nos renueva y nos hace ver que hay otra forma de vivir y hacer las cosas. No hay porque limitarla, hay que organizarla”, expresó sor Edith Garrido Lozada, encargada del centro de ayuda humanitaria.
Comentó que las personas indocumentadas en la mayoría de los casos no tienen pertenencias, vienen sufriendo hambre, calor, frío y otros peligros.
“Los muchachos constantemente nos dicen que si no fuera por este refugio dónde hubieran dormido. Al menos aquí si no podemos brindarles una vida de lujo sí lo mínimo para su supervivencia”, destacó la religiosa.
En las casas del migrante los indocumentados reciben diversos apoyos como ropa, alimentos, baños, servicio de localización por teléfono e internet, entre otros.
“Y muchas organizaciones nos apoyan, como médicos sin fronteras, psicólogos, universidades, también la Cruz Roja Internacional, tenemos doctor todos los días y Salubridad viene, constantemente están vacunando y apoyando con medicamentos”, agradeció.
Pidió buscar la manera de apoyar en México a la caravana de migrantes, en caso de que no puedan ingresar a Estados Unidos.
“Ellos lo que necesitan es mejorar su vida, aunque todos vienen con el sueño americano y todos están pensando juntar dinero para cruzar la frontera. Se necesita una voluntad política para apoyar proyectos que hagan que la gente tenga más seguridad y un mejor futuro”, agregó Garrido Lozada.
Y si la caravana llega por Reynosa aseguró que la casa del Migrante, que brinda servicio humanitario desde hace casi 20 años, les abrirá las puertas.
“Siempre estamos disponibles a ayudar. Ojalá que tuviéramos un aviso concreto para poder prepararnos. No es fácil tener comida suficiente, ropa suficiente e instalaciones suficientes para tanta gente, porque hay que ver donde se van a acostar y todo eso.
“Necesitamos considerar que ya cambió el clima. Hoy los muchachos venían sin suéter y gracias a Dios que teníamos, pero mañana no sabemos porque nos hace falta ropa y pantalones.
“Parece que ya no están dejando pasar prendas de vestir desde Estados Unidos y no podemos comprar ni siquiera para ayudarles. El llamado que hacemos a la comunidad de Reynosa es que nos apoyen con pantalones de tallas chicas. Tenemos que ayudarles a que puedan cambiarse”, solicitó.
ESTUDIAN MIGRACIÓN MASIVA
Ricardo Calderón Macías, titular del Instituto Tamaulipeco Para los Migrantes en Reynosa, reconoció que el fenómeno es grande y si en dado caso la caravana llega por esta ciudad habría que establecer un plan de ayuda.
“Claro, protocolos de asistencia y salud que ya están establecidos dentro de las normas para que esto no se salga de control y que la contingencia pueda estar bajo un total nivel asistencial.
“Lo que nos corresponde es ser una institución humanitaria. Así como atendemos a los migrantes todos los días, tendremos que asistirlos, buscando en todo momento su seguridad, la cuestión de la salud a efectos de que tengan una estabilidad mientras estén en tránsito por Tamaulipas”, expresó.
Comentó que en la ciudad principalmente existen los albergues Nuestra señora de Guadalupe y Senda de Vida, con quienes se trabaja de manera coordinada.
“Los estamos apoyando con recursos para atender el fenómeno migratorio, porque ese es el principio rector del instituto desde que se formó.
“Se han desarrollado diferentes programas con estas casas del migrante y también en el proceso de repatriación con el Instituto Nacional de Migración (INM) y organizaciones civiles como Médicos Sin Fronteras; la Secretaría del Trabajo, de Salud y Derechos Humanos. Todos tenemos el mismo objetivo, preservar la integridad física de las personas que transitan por la entidad”, mencionó.
Y mientras las declaraciones del presidente Trump mantienen el encono y la controversia migratoria (alertando al Ejército de Estados Unidos y a la Patrulla Fronteriza), afirmando que entre el grupo vienen mezclados terroristas de Medio Oriente, la caravana continúa avanzando y al cierre de esta edición se dirige al municipio de Huixtla, Chiapas. Se calcula que podrían tardar entre 20 y 30 días para llegar hasta la frontera con Estados Unidos.
En tanto en Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, los albergues y las autoridades ya estudian la posibilidad de recibir esta oleada de migratoria de descomunales proporciones.