Reynosa, Tamps. / Septiembre 13.-
“Tenemos una gran impotencia ya que nos dejaron sin nada, sin dinero, sin trabajo, con hijos que mantener y con muchas deudas, no se tocaron el corazón los directivos y mucho menos se lo han tocado las autoridades estatales, municipales y sindicales”, dice Rosa María de la Cruz, exempleada de una maquiladora que cerró en esta frontera tamaulipeca; ella es un ejemplo más de quienes sufren la crisis del sector.
Un total de mil obreros de dos plantas maquiladoras asentadas en Reynosa están en peligro de quedarse sin trabajo, ya que por la recesión económica mundial empresarios estadounidenses no les renovaron sus líneas de producción, según el líder de Coparmex local, Mario Soria Landeros. La caída del sector en la región es alarmante, dice, y en este año cuatro maquiladoras han cerrado sus puertas.
“Esperamos que no entren en paro técnico, lo que queremos es que sigan laborando pero dependen de la actividad económica que tienen en Estados Unidos. Las plantas maquiladoras consumen y producen en base al vecino país, y ahora ya se está notando la contracción, hay problemas, y no hubo aumento de empleo durante agosto”.
Afirmó que el panorama es preocupante, ya que antes se iban unas maquiladora y llegaban otras que mitigaban el desempleo en este sector, pero ahora sólo una factoría está ampliando sus operaciones, “pero es insuficiente para amortiguar el problema que ya se tiene en puerta”.
Por su parte, el coordinador estatal de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Luis Iber Terán, reveló que ellos han perdido la mayoría de los contratos colectivos con maquiladoras por el cierre de éstas y los pocos que conservan fueron reestructurados para evitar despidos.
Destacó que para evitar más cierres de empresas y despido de obreros, los sindicatos han aceptado reestructurar los contratos colectivos, y en los últimos dos meses limitando los ingresos y jornadas laborales.
Una de las empresas afectadas por la crisis económica mundial fue la CSI Technologies de Reynosa, que el pasado 4 de julio cerró sus puertas sin avisar a las autoridades locales y sin liquidar a sus trabajadores. Ese día los 100 trabajadores llegaron y se encontraron con la sorpresa de que ya no había nada. Desde entonces, un grupo de ex empleados resguarda el inmueble y pide una indemnización justa tras la huida de la empresa.
“Ese día que llegamos sólo encontramos equipo mínimo del que nos apoderamos como garantía para exigir a las autoridades municipales y estatales que nos pague y se nos cumpla con nuestra liquidación”, dijo una de las obreras afectadas.
Auge en declive
La ciudad de Reynosa se ha caracterizado desde los últimos 20 años por el auge en la industria maquiladora, lo que también influyó en la explosión demográfica que creció 50% entre 1990 y 2000. Actualmente es la ciudad más poblada de Tamaulipas y cuenta con casi 600 mil habitantes.
Desde junio de este año, el vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en el estado, Federico Alanís Peña, urgió a los tres niveles de gobierno para otorgar estímulos a las industrias con el fin de facilitar su arribo a Reynosa, ya que desde hace dos años no se instala una nueva en la región.
Mientras, personas como Rosa María siguen resintiendo los efectos de los malos tiempos. “Hasta ahora seguimos esperando apoyo y otro empleo”, dice la madre de tres hijos.
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