REYNOSA, TAM.- Una postura correcta permite al cuerpo descansar a la hora de dormir. Esta sentencia que pudiera parecer bastante lógica, regularmente no se lleva a la práctica, lo que origina que muchas personas se despierten a diario, con malestares físicos de espalda, cuello y hasta en las extremidades.
Médicos traumatólogos del Instituto mexicano del Seguro Social (IMSS) en Reynosa, informaron que la peor postura para dormir -y la que siempre se debe evitar- es la de boca abajo sobre el estómago, ya que de esa forma, la columna vertebral se encuentra totalmente desalineada y genera una gran presión en la zona lumbar, provocando dolores en la espalda.
Además advirtieron que si se duerme boca abajo, se coloca al cuello con una rotación excesiva que puede dar lugar a molestias cervicales.
Al respecto, el doctor José Antonio Morón López, traumatólogo del Hospital General de Zona (HGZ) número 15 del IMSS en esta ciudad, explicó que si una persona sufre dolor lumbar, la mejor opción es dormir de lado con las dos piernas encogidas, en la llamada posición fetal, pues la curvatura de la espalda en esa posición, libera tensión de las vértebras lumbares, “y aunque la alineación no es la recomendable, se puede mejorar, colocando un almohada entre las piernas”.
Sin embargo, precisó que la mejor posición para dormir es boca arriba, acostados totalmente sobre la espalda y sin almohada, para conseguir una adecuada alineación del cuello, pero si esto resulta incómodo, sugirió elegir una almohada con el grosor adecuado, ni muy alta ni muy baja, que el valor de referencia sea la barbilla paralela a los pies, o al menos que no se junte demasiado con el pecho, y si a esto se agrega una almohada debajo de las rodillas, se beneficia en mucho la alineación de la columna mientras se duerme.
El doctor Morón López señaló que se debe dar la debida importancia al acto de dormir, y se puede empezar por considerar a los colchones y almohadas como herramientas fundamentales para conseguir un descanso pleno, “por lo que es muy recomendable voltear con frecuencia el colchón, y cambiarlo por lo menos cada ocho años, mientras que las almohadas deben estar siempre limpias, tanto en el interior como de las fundas, para evitar la propagación de ácaros y bacterias en ellas”.
Finalmente, el especialista del Seguro Social hizo un atento exhorto a los padres de familia para que inculquen desde temprana edad, estas sencillas recomendaciones a sus hijos, y les ayuden a conseguir un mejor descanso en su horario de dormir.
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