Monterrey, N.L.-
Se hacen hallazgos importantes en el edificio más antiguo de Monterrey, el Museo Estatal de Culturas Populares (La Casa del Campesino), ubicado entre la calle Abasolo y Mina, durante su restauración.
La esquina sur poniente de la casa, fue construida en el siglo XVIII, aunque ha tenido varias restauraciones, fue en octubre del 2018 que se anunció que se intervendría nuevamente debido a la filtración de humedad y desprendimientos de aplanados visibles, sin embargo los trabajos iniciaron en el mes de enero del 2019.
Los trabajos se realizaron bajo criterios y normas internacionales de restauración, de la empresa Restáurika.
A lo largo del proceso se hicieron unos hallazgos en la Sala de Exposiciones, entre los más importantes se encontró la evidencia de una pintura mural, según la hipótesis de los especialistas, es un estilo artístico barroco del siglo XVIII.
Para realizar un trabajo donde no se dañara la estructura se hizo uso de herramientas especiales como bisturí y brochas, comentó Ana Cristina Mancillas, coordinadora del Patrimonio Cultural de Conart.
‟Se encontró evidencia de pintura mural, la hipótesis es que sea de finales del siglo XVIII y que corresponde al barroco, esto es importante porque dicen que la arquitectura del noreste es muy sencilla, que no tiene argumentación, que es muy plana entonces los archivos y las evidencias nos dicen otras cosas”, dijo Mancillas.
En la misma Sala de Exposiciones, al quitar el aplanado, se encontraron ventanas, puertas y un óculo (hueco redondeado para que ingrese luz), que fueron tapados de acuerdo a la modificación del inmueble, pero que corresponden a los planos originales de esa época. Al modificar la altura del interior también se encontraron vigas de acero de otras épocas.
Mientras que en la Sala de Saberes, que se encuentra al interior, se quitó la capa de cemento para dejar a la vista la piedra caliche (material con el que fue construido la mayor parte de la casa), ya que esta no estará expuesta a los daños del clima, como contaminación o la lluvia.
En la parte exterior, sobre la calle Mina, se encontró en la fallada unos rectángulos decorativos y que corresponden a las fotografías más antiguas del edificio, se decidió volver a dejarlos al descubierto.
‟Hay que considerar que un trabajo de restauración es algo multidisciplinario, que implica investigación no es nada más algo estético ni para que se vea bien, es algo para que funcione bien en cuanto a su materialidad, es algo que nos permite investigar y conocer más de la historia, del Barrio, de la ciudad y de nosotros mismos”, advirtió Mancillas.
Durante cuatro siglos la construcción ha servido como casa de algunos gobernadores, hospital, colegio, cuartel y refugio durante la inundación de 1909, tras el desborde del Río Santa Catarina.