Monterrey, Nuevo León.-
Ante las constantes agresiones al personal del Sector de Salud, el diputado de Morena, Luis Armando Torres, presentó una iniciativa para incrementar las penas contra personas que ocasionen daño físico a médicos, enfermeras y auxiliares.
El diputado aseguró que desde la llegada de la pandemia a nuestro país las instalaciones y los recursos humanos del Sector Salud han sido víctimas de ataques físicos, verbales y psicológicos, perpetrados por diversos sectores desinformados de la población, quienes han ignorado la imprescindible y vital tarea que el personal de Salud tiene en este momento.
“En lo que lleva transcurrido este año hemos sido testigos de los indignantes casos de ataques a enfermeras, camilleros, médicos, intendentes y demás personal que labora en dichas instituciones, tan solo por la absurda, ignorante e infundada creencia de que dicho personal es un portador activo del virus en cuestión, estigmatizándolos y discriminándolos tal cual tiempos de la colonia en los que se humillaba y rechazaba al indígena”, comentó Torres.
Para atender en especial a esté sector, Torres propone una reforma por adición del Artículo 303 bis 1 y una fracción al Artículo 403, todos del Código Penal.
De acuerdo a la modificación se podrán imponer sanciones de 6 a 14 años de prisión, además de una multa de 60 a 300 cuotas.
En caso de que el personal médico o auxiliar de enfermería sufra lesiones, la pena podrá ser de 6 a 12 meses de prisión, y cuando las lesiones tarden en sanar 15 días o menos, se les dará de 12 meses a 6 años de prisión; cuando se tarde en sanar más de 15 días, se multará de 100 a 500 cuotas, además de una indemnización para la víctima.
Mientras en el caso de daño a una propiedad de alguna institución de salud por causa de incendio, inundación o explosión, la sanción será de cinco a diez años de prisión y multa de diez a ochenta cuotas.
Actualmente en el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) se han recibido 32 quejas de personal médico y enfermería que ha sido violentado física y verbalmente por personas temerosas que el personal médico pueda contagiarlos con el coronavirus.