Monterrey, N.L.-
En la Plaza Zaragoza, justo en frente del Foro “Lucila Sabela”, Christian, Aurelio y Nicolasa se ganan la vida dando masajes a los paseantes del lugar.
Ellos son ciegos y se dedican desde el 2007 a esta actividad ofreciendo masajes de espalda, cara y pies cobrando 70 pesos por cliente.
Se denominan autosuficientes porque no dependen de nadie para poder trabajar.
Christian de 32 años, es originario del estado Guerrero y llegó a Monterrey en busca de mejores oportunidades de trabajo porque en su tierra nadie lo contrataba por su ceguera. Cuando llegó a la ciudad conoció a Nicolasa quien lo persuadió de trabajar con ella en los masajes.
“Llevo años trabajando aquí y soy muy feliz, Nicolasa y Aurelio son como mi familia y siempre nos apoyamos para todo, hemos salido a delante gracias a nuestro trabajo”, explicó Christian.
Aunque estos amigos no son los únicos masajistas en la Macroplaza, Nicolasa de 68 años considera que son los más unidos y alegres.
“Los demás son más serios pero nosotros siempre tenemos nuestro relajo, yo tengo 10 años dando mis servicios y siempre me buscan los clientes, les ha de gustar mi platica porque siempre vuelven.
“Estoy muy agradecida con dios porque no me falta nada, aquí todos compartimos la comida y nunca pasamos hambre, de aquí saco para pagar los recibos de mi casa que no queda muy lejos de aquí”, señaló.
Este grupo que se hace llamar “independiente”; surgió gracias a una bolsa de trabajo que creó el municipio de Monterrey en el 2007 propuesta por Adalberto Madero, en ese entonces alcalde. En total se reunieron 32 personas que padecían discapacidad visual y de habla, para impartirles el curso terapéutico en el DIF de la colonia Treviño .
Aurelio Sandoval de 70 años, guarda un especial cariño al ex alcalde Madero quien fue el “buen samaritano” de su vida, así lo considera.
“Aún recuerdo que este proyecto inició hace diez años, tres meses y 24 días. Yo no sabía que hacer de mi vida pero encontramos una razón de vivir con este empleo. Fueron muy pacientes y buenos con nosotros durante nuestra capacitación en el DIF y cuando nos sentimos preparados nos soltaron para ejercer el oficio.
“Maderito nos ayudó mucho y aquí seguimos echándole ganas. Ojalá lleguen muchos clientes para que se relajen con nuestros masajes, estamos dispuestos a trabajar mucho, tenemos mucha energía”, contó Aurelio.
Ellos trabajan en un horario de las 9:00 a las 20:00 horas, de lunes a sábado.
Estas personas hacen la cordial invitación a los ciudadanos de Monterrey y turistas para que asistan a recibir un masaje y de esta manera contrubuyan con ellos para mantenerse.