Monterrey, N.L.-
Cuando tenía 20 años el azar hizo que un joven estudiante de Derecho en la UNAM, originario de Saltillo y de nombre Armando Fuentes Aguirre, llegara a escribir por vez primera en un periódico sobre una expresión artística que no dominaba pero gustaba de verla: la ópera.
Esperando un taxi afuera del Palacio de Bellas Artes que abordó bajo un torrencial aguacero, decidió compartirlo con un señor de avanzada edad que trabajaba en El Sol de México, propiedad de la cadena de diaros del general revolucionario José García Valseca.
Ambos se conocieron en el pórtico del recinto porfiriano y esa amistad llevó al joven coahuilense a escribir un artículo sobre ópera en uno de los diarios de mayor prestigio en esa época. Transcurría el año de 1961.
Su nuevo amigo que también asistía con frecuencia a Bellas Artes era Juan Tomás, crítico de arte del periódico. Y fue él quien lo recomendó como reportero cultural.
“Supe que un día iban a publicar mi primer artículo y me levanté a la tres de la mañana para ir al kiosco de periódicos a comprar uno. Fue una sensación casi orgásmica lo que sentí”, recordó el también cronista e historiador.
La precaria situación económica de sus padres hizo que el estudiante volviera a Saltillo con una carta que presentó a un directivo de El Sol del Norte, perteneciente a la misma compañía editorial.
“Me preguntó: ¿de qué quiere usted trabajar? Y le respondí: ‘De lo que sea’”, relató este jueves Fuentes Aguirre ante maestros y estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL donde dictó una conferencia por haber cumplido 80 años de edad.
“De haber sabido que la carta estaba firmada por el mismísimo general García Valseca hubiera pedido el puesto de gerente, jefe de redacción o subdirector y seguro me lo daban”, contó causando las carcajadas del público.
Pero no sucedió así. Empezó a trabajar en el taller como linotipista, hasta que un día propuso escribir una columna, cuya inquietud fue rechazada una, otra y muchas veces.
Un día cuando estaba con unos compañeros de trabajo, le preguntaron: “¿Ya leíste la nueva columna firmada por “Catón”?”. Él respondió que no, pero rápido fue con el jefe de redacción para decirle que esa columna era de él pero no estaba firmada con su nombre.
Así nació su apodado “Catón”, de origen romano, con el cual firma sus columnas “De política y cosas peores” en más de 150 periódicos impresos de México y de Estados Unidos.
Con el mismo sentido del humor que lleva a sus artículos, Fuentes Aguirre habló ante un auditorio casi lleno, donde al final agradeció regresar a la Facultad después de muchos años, siendo el artífice de la visita el decano de la institución y periodista, José Luis Esquivel.
Al final del evento recibió un obsequio del coordinador de la FCC en funciones de director, Francisco Valdez Rincón, y se tomó la foto del recuerdo con académicos.