Monterrey, Nuevo León.-
La pandemia del Covid-19 pausó por primera vez la celebración mexicana del Día de los Muertos, una tradición mundialmente reconocida y que en 2020 perdió intensidad por la contingencia sanitaria.
Las restricciones de movilidad aplicadas recientemente por las autoridades estatales también abonaron a que algunos de los altares lucieran “muertos” por la poca afluencia de visitantes.
Un ejemplo de ellos es el colocado en la Explanada del Museo de Historia Mexicana, en donde además del altar se montó un camino con fotografías de personas que fallecieron en el reciente año.
El camino que conduce al tributo está adornado con flores de cempasúchil y un arco de forraje verde.
La ofrenda está dedicada al personal del sector salud que perdió la vida a causa de la pandemia, por lo que busca honrar y reconocer su labor.
“3 Museos dedica esta ofrenda al personal relacionado con el sector salud que ha perdido la vida a causa del Covid-19, como un homenaje y reconocimiento a su labor, entrega y sentido de humanismo y empatía que mostraron con nuestras familias”, reza un texto contiguo al altar.
De la ofrenda resaltan las fotografías de los caídos, así como pan de muertos, flores, veladoras y alimentos que agradaban a los ahora difuntos.
Sin embargo, a pesar de la creatividad del altar, pocas personas llegaron a apreciarlo en pleno 2 de noviembre.
En una estadía cercana a la hora, apenas tres personas se acercaron para visitar la ofrenda.