Monterrey, N.L. / Marzo 29.-
Un bebé de cuatro meses de edad fue utilizado por dos mujeres para tratar de ingresar un arma de fuego al penal del municipio de Cadereyta y, con ello, lograr que una banda de secuestradores se fugara durante su traslado al penal de alta seguridad de Topo Chico.
La intervención de la policía municipal de esa comunidad, ubicada a unos 30 kilómetros de la mancha urbana de Monterrey, frustró los planes de los presuntos secuestradores.
Las mujeres fueron detenidas cuando intentaron ingresar a la Secretaría de Seguridad Pública municipal con un arma de fuego oculta en un bebé de cuatro meses. La pistola sería entregada a tres presuntos secuestradores que pretendían huir de prisión.
Fueron detenidas Teresa Grimaldo Barbosa, de 28 años y originaria de Tamaulipas, y Guadalupe Verónica Carranza Ávila, de 37; junto a ellas, los dos hijos de la primera, un bebé de cuatro meses y una menor de tres años de edad.
Las mujeres intentaron ingresar al penal un arma calibre .38 especial con cinco cartuchos hábiles, que serviría para que tres integrantes de la banda de secuestradores de El Coma lograran fugarse durante su traslado al Penal de Topo Chico ubicado en Monterrey.
El arma estaba escondida bajo las sábanas que protegían al menor; sin embargo, fue detectada en el área de revisión, donde Teresa Grimaldo confesó que la pistola sería entregada a Angelita Isabel Aguilar López, de 32 años; Julio César Jiménez González, de 32, y Roberto Vitela Medrano, de 25, quienes actualmente se encuentran detenidos por el delito de secuestro, en su modalidad de pandilla, tras su detención el pasado 12 de diciembre cuando mantenían secuestrado a un joven y a un médico en una casa de seguridad en la colonia Rincón de San Miguel, en Apodaca.
Junto a ellos también se detuvo a Silvia Eugenia Pedraza Gómez, de 25 años; Rocío Maribel Hernández López, de 21; Juan Manuel Zamora Velázquez, de 19; Javier Ramírez Rodríguez, de 32, y un menor de 13 años.
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