Ciudad de México.-
Las labores de rescate una niña de la escuela Enrique Rébsamen en la CDMX, uno de los diversos edificios derrumbados el martes 19 de septiembre, refleja la esperanza y la voluntad de miles de rescatistas y voluntarios por ayudar a más víctimas atrapados durante el terremoto de 7.1 grados en la escala de Ritchter.
Durante casi 24 horas, los rescatistas a quienes se suman ciudadanos y militares y policías, mantienen una lucha contra el tiempo por tratar de llegar a la menor de edad, alumna de la escuela, quien se halla atrapada entre los escombros.
Las labores de retiro de escombros y de búsqueda de lesionados o personas atrapadas, siguen en diversos puntos de la ciudad capital del país, en donde las buenas noticias de hallar con vida, y sacar a los afectados, dan aliento y esperanzas a propios y extraños.
Sin embargo, el caso de la escuela Enrique Rébsamen es emblemático, debido a que ahí en ese sitio perdieron la vida 30 personas, cuatro de ellas adultos y 21 niños de diversas edades, mientras que se estima haya más de 25 escolares aun atrapados bajo los escombros de un edificio de cuatro pisos que se vino abajo sobre su planta baja.
De acuerdo a los datos proporcionados por rescatistas la menor pidió agua en varias ocasiones, además de señalarles que se halla confinada en un espacio menor a los 45 centímetros, lo que dificulta su rescate.