Cd. de México.-
La diputada federal Maricela Emilse Etcheverry Aranda (PRI), secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores, impulsa una iniciativa que reforma la Ley General de Turismo, a fin de que la Secretaría de Gobernación establezca mecanismos coordinados con las entidades federativas y los municipios, que incentiven la seguridad de los viajeros nacionales y extranjeros.
La legisladora afirmó que la reforma a los artículos 7, 9 y 10 de dicha ley garantizará la creación de programas, proyectos y acciones especiales en materia de seguridad para los turistas nacionales y extranjeros, y con ello se permitirá el pleno desarrollo y la inversión en la industria hotelera y todas aquellas especializadas en servicios para los vacacionistas.
La integrante de la comisión de Turismo resaltó que la incidencia delictiva es un tema que debilita exponencialmente al sector en varias entidades, pues éstas pierden competitividad frente a otras naciones.
Detalló que la incidencia delictiva creció en 79.3% de 2007 a 2015, presentando un máximo de referencia en 2012, cuando la diferencia respecto a 2007 era de 140.4%.
Señaló que hay una relación inversa entre el aumento de la incidencia delictiva y la disminución del turismo. Algunas naciones, continuó, han evidenciado a su población, mediante alertas de viaje, que México no es un destino grato debido a la violencia que presenta; es el caso de Estados Unidos que, a través de su página de internet travel.state.gov, emite continuamente avisos de prevención por el crimen y violencia en varias partes del territorio nacional.
La iniciativa, turnada a la Comisión de Turismo, menciona que tan sólo en 2015 se emitieron 19 alertas de viaje para 19 destinos en la República mexicana, entre ellos Cancún, Quintana Roo; Acapulco, Guerrero; Oaxaca, Oaxaca; Puerto Vallarta, Jalisco, y la Ciudad de México, principales zonas turísticas del país.
Etcheverry Aranda mencionó que es preocupante que Estados Unidos emita alertas de prevención, pues los vacacionistas norteamericanos representan 53% del turismo que se recibe en el país, lo cual afecta directamente a sectores sumamente vulnerables como el empleo, e indirectamente a los agregados macroeconómicos más importantes como el PIB y la balanza de pagos.
La participación del turismo en el Producto Interno Bruto (PIB) fue de 8.7% en 2014 y en 2014 de 8.4, según Inegi.