México, D.F. / Septiembre 12.-
El pasado jueves 1 de septiembre, la empresa constructora que levantó la nueva sede del Senado avisó formalmente a la Cámara Alta que concluyó con la construcción.
Autoridades administrativas del Senado confirmaron que a partir de ese momento inició el proceso de entrega-recepción.
Por ello, en los próximos meses Banobras, que desde el inicio de la obra funge como fiduciario, verificará cada una de las instalaciones en dos aspectos: uno, en materia de obra civil y dos, en materia de equipamiento, con el fin de comprobar que GAMI Ingeniería e Instalaciones S.A. de C.V. cumplió con lo establecido en el contrato.
A pesar de que la entrega del inmueble se hizo de manera formal, aún quedan zonas inconclusas. Se calcula que el proceso de verificación del nuevo inmueble tarde de tres a cuatro meses, por lo que se espera que en diciembre próximo pueda concretarse esta labor.
Los encargados de la inspección deberán confrontar lo que se conformó como el proyecto original con el trabajo que fue entregado el 1 de septiembre.
En la verificación, Banobras revisará el cumplimiento de todas las condiciones del contrato. En caso de hallar alguna irregularidad, deficiencia o ausencia de un trabajo, Banobras lo descontará del costo total de la obra, que ya rebasa los tres mil millones de pesos.
Una vez que concluya la revisión de toda la infraestructura contratada y Banobras termine el proceso con satisfacción, se podrá recibir formalmente la nueva sede del Senado.
La construcción del nuevo inmueble inició y fue gestionada desde la anterior Legislatura, cuando los coordinadores parlamentarios eran Diego Fernández de Cevallos (PAN), Enrique Jackson (PRI) y Jesús Ortega Martínez (PRD).
A pesar del optimismo de los actuales senadores y las autoridades administrativas, la obra ha presentado varias fallas luego de que los legisladores decidieron mudarse a su nueva casa el pasado 13 de abril.
En época de lluvias se registraron inundaciones provocadas por filtraciones de agua, además de los constantes retrasos para terminar el inmueble.
El Senado sigue pagando por estacionamientos alternos a pesar de que en un principio se aseguró que se cuenta con los cajones para vehículos necesarios para trabajadores, senadores y visitantes, como ha documentado EL UNIVERSAL.
El coordinador del PT Ricardo Monreal ha sido un acérrimo crítico de esta obra. En varios posicionamientos ha señalado el dispendio de recursos en una sede con piso de mármol de China, muebles e Italia y España, y equipada con lo último en tecnología.
En una de sus más recientes propuestas, pidió que el inmueble sea donado a la UNAM y que los senadores se regresen a Xicoténcatl.
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