Ciudad de México.-
En los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017 “no hubo una estrategia integral” para las personas que se quedaron sin hogar, lo que puso en peligro los derechos a la vivienda y a la educación, aseguró Amnistía Internacional en su informe anual.
La organización mundial indicó que tras los temblores, donde fallecieron 360 personas y más de 150 mil viviendas se vieron afectadas, los servicios educativos se vieron vulnerados durante semanas o meses, mientras se hacían controles de seguridad y labores de reconstrucción en escuelas.
Al hacer un balance sobre los derechos humanos en México, planteó que los ataques contra periodistas y defensores de los derechos humanos fueron una constante el año pasado, debido a que los mecanismos existentes no brindaron protección.