Campeche / Octubre 31.-
La muerte es un negocio para algunos y para otros es un sufrimiento y calvario por los trámites y gastos, que van de mil pesos por el servicio básico de una funeraria a 35 mil pesos para quienes tienen mayores posibilidades.
Aunque los paquetes pueden ser a crédito si el difunto careció en vida de toda prestación social.
De acuerdo con la Dirección de Registro Civil, en 2009 en Campeche se enlistaron tres mil 516 defunciones generales, de las que 207 fueron de jóvenes de 15 a 29 años. Por género, hubo 167 decesos de hombres jóvenes por 40 defunciones de mujeres de esa edad.
De las defunciones de la población joven por grupo de edad se tiene que los decesos de personas de 15 a 19 años representaron 25.6 por ciento, las de 20 a 24 años 34.3 y las de 25 a 29 años 40.1 por ciento; entre cuyas principales están los accidentes, la violencia y el suicidio.
Morir implica varias gestiones y es un negocio para las funerarias que laboran las 24 horas, los 365 días del año, y por la crisis que impacta al país ajustaron la tarifa y ofrecen facilidades de pago con un enganche de mil pesos, que incluye trámites ante el Registro Civil, permiso ante panteones, bañado, traslado en carrosa y el ataúd.
En la ciudad hay cinco agencias funerarias, cada una de las cuales ofrece al mes de cinco a seis servicios, cuyos paquetes llegan a costar hasta 35 mil pesos, con descuentos de 10 por ciento en pago en efectivo, o facilidades por quincenas.
La gerente administrativa de la funeraria Jardines del Ángel, Selene Cañetas Medina, señaló que cuesta morirse, depende del ataúd, puede ser uno forrado de tela, metálico, así como el espacio en el panteón que puede rentarse o comprarse.
En general, el servicio incluye arreglo estético del cuerpo, sala de velación, tres cajas de refrescos, galletas y el servicio de carroza.
Las funerarias reportan mayor movimiento en la temporada vacacional, pues en ocasiones mueren familias enteras, además de que aplican descuentos si los deudos pagan de contado, también hacen válidos créditos de Fonacot, o si eran asegurados en el Issste o IMSS, se puede acceder a algún sistema de pagos, trámite en el que se ofrecen asesorías.
También se distinguen las clases sociales en la muerte, algunas familias aún realizan las velaciones en sus casas, otros en la sala de velaciones de las funerarias, incluyen misas y puede optar por el servicio de cremación, cuyo costo va de seis mil a 10 mil 100 pesos.
Sin embargo, los costos aumentan al doble de lo que ofrecen en cotización las funerarias, según el catedrático del Colegio de Bachilleres de Lerma, Campeche, Miguel Ángel Noh Fernández.
Comentó que todavía paga un crédito de 10 mil pesos a la empresa para ajustarse a los gastos del funeral de su padre Miguel Noh, quien agonizó más de un año a causa de la diabetes.
Recordó que el costo se elevó, pues como gancho las funerarias ofrecen un precio bajísimo, pero en realidad sólo el ataúd más económico cuesta dos mil 800 pesos, y el mayor calvario es conseguir un espacio en el panteón, pues están prácticamente saturados, y entonces se recurre a la exhumación de algún familiar para aminorar los gastos.
Sólo el gasto de la sepultura puede costar de 12 mil a 30 mil pesos, dependiendo del panteón, el derecho por la estadia es de dos años, pues una propiedad a perpetuidad puede costar 50 mil pesos y hay sólo en un panteón en la ciudad capital.
Otro servicio, para quienes disponen de recursos, es contratar un osario en la iglesia de la catedral, donde se encuentran la mayoría de los restos de ex gobernadores, ex funcionarios o empresarios, cuyo costo es de 12 mil a 18 mil pesos.
Morir resulta caro y es un gasto que no tiene previsto la mayoría de las personas, por lo que en algunos cementerios nuevos se ofrece la contratación de un espacio a crédito, como cualquier otra propiedad.
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