PUEBLA, PUE.- Un estudiante de la UVM primero embarazó a su novia, luego le pidió abortar y al negarse la joven, la mató.
Este es el caso de nota roja que está sacudiendo a la ciudadanía poblana: un joven confesó a la Procuraduría de Justicia que asesinó a su novia Paulina Camargo Limón y luego la arrojó a un contenedor de basura de la unidad habitacional donde vivía, porque éste no quiso truncar la vida del nuevo ser.
La noche del sábado, José María Sosa, de 20 años de edad, dijo que llevó a Paulina a su domicilio desde el martes pasado, y tras una discusión cometió el crimen.
El sujeto declara que no se quería hacer responsable del bebé que la jovencita traía en su vientre, fruto de la relación sentimental entre ambos.
La joven de 19 años tenía casi 5 meses de embarazo y era buscada por sus familiares desde el 25 de agosto; fue vista por última vez cuando abordaba un taxi en la zona de La Margarita.
El joven asesino, originario de San Andrés Tuxtla, Veracruz, está preso desde el sábado en el penal de San Miguel, en Puebla.
Los papás de la joven, Rocío Limón y Rolando Camargo pidieron en conferencia de prensa que se haga justicia para su hija, luego de que el joven, estudiante de Ingeniería Mecánica de la Universidad del Valle de México, campus Puebla, confesara su crimen.
José María “N” en su primera declaración dijo que había despachado a Paulina a su casa en un taxi, pero en un video se observa que él sube con la joven a un taxi. Desde ese entonces desapareció.
Los familiares de la joven alegan que el joven de 20 años no quiso asumir la responsabilidad de ser padre, pero que después buscó a su hija para iniciar vida de pareja con el hijo que esperaban.
El cuerpo de la joven aún era buscado ayer por elementos de la Procuraduría General de Justicia, Protección Civil, Bomberos y Cruz Roja, en el relleno sanitario de Chiltepeque, en Puebla.
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