Cd. de México.-
La pandemia de coronavirus infectó y destartaló a una de las industrias más globalizadas: la automotriz, que de acuerdo con expertos, este año atraviesa por una situación mucho más compleja que la que vivió durante la crisis de 2009.
Por un lado, depende de componentes fabricados en China, epicentro del brote viral y, por el otro, de sus mayores mercados compradores, Estados Unidos y Europa, los más afectados por el Covid-19.
Esta industria está prácticamente colapsada en Norteamérica, pues casi todas las plantas están en paro técnico, incluidas las de México, que tiene a esta actividad entre las más boyantes por su aportación y valor de mercado en la economía.
Antes de que el virus paralizara al mundo, las expectativas de producción y exportación eran poco halagüeñas en México, pues se calculaban caídas de 5% y 6%, en ese orden.
Las proyecciones apuntan a un 2020 más complejo. Según el analista de Intercam, Alik García, la fabricación se desplomará cerca de 13%.
“El virus le pone un peso adicional a la perspectiva negativa. Algunas plantas han frenado su producción por falta de componentes, pero la razón por la que habrá una merma es por la baja demanda en el futuro”.
El director general de la firma de análisis JATO Dynamics, Gerardo San Román, afirmó que esta crisis será peor que la de 2009, cuando General Motors y Chrysler se declararon en bancarrota.