Tijuana, B.C.-
Mientras una bandera blanca como el símbolo de la paz ondeaba sobre las rejas del refugio en la Unidad Deportiva “Benito Juárez”, donde se encuentran migrantes de la caravana, a una cuadra de distancia, una barricada de policías federales y municipales contenían a cientos de tijuanenses que manifestaban su rechazo a los centroamericanos.
Hombres, mujeres y niños asomaban el rostro entre los barrotes del edificio de donde les prohibieron salir. Recibieron la instrucción de permanecer adentro sin que les explicaran cual era la razón, apenas unas horas antes, durante la mañana, pequeños grupos de migrantes habían terminado una jornada de limpieza que organizaron como una muestra de agradecimiento hacia los mexicanos que los recibieron y apoyaron durante su tránsito desde el sur, en Chiapas, hasta Tijuana.
Lo que desconocían era que debían estar dentro del refugio porque afuera había casi 500 personas, que marcharon poco más de cinco kilómetros para protestar por su presencia, que entre los manifestantes no solo había familias que exigían su salida, sino que incluso hubo quienes, con violencia e insultos, exigían su deportación.
La manifestación fue convocada para el domingo a las nueve de mañana, el llamado fue a través de las redes sociales y de grupos de WhastApp. Justo después de hacerse público fue creada otra protesta pero esta vez en contra de la discriminación, la hora era la misma y en el mismo sitio, Glorieta Cuauhtémoc, sobre Paseo de los Héroes, en Zona Río, aunque esta última cambio de sede a una calle de distancia.
Mientras que al movimiento de quienes pedían tolerancia para los centroamericanos sólo se sumaron menos de 20 personas, en la otra movilización que exigía la deportación de las familias primero iniciaron con un discreto grupo de medio centenar que tras unas dos horas alcanzó a los 500 protestantes, que después de ondear sus banderas mexicanas se decidieron marchar.
Primero caminaron hacia la protesta contra la discriminación, después se dirigieron al Palacio Municipal aunque antes de llegar marcharon hacia la Garita San Ysidro, y justo antes de bloquear el paso cambiaron su protesta hacia la zona centro, con la intención de plantarse en el refugio de migrantes, situado sobre la calle 5 de Mayo.
Ahí jóvenes enmascarados, algunos con palos y clavos, se toparon con la muralla que formó la Policía Federal, con sus escudos y cascos, además de concreto de por medio, impidieron que el enojo de los residentes alcanzara a las familias que llegaron a la ciudad tras huir de la violencia de sus países, dominados por las pandillas, desde Honduras hasta El Salvador y Guatemala.
Durante el tiempo que se quedaron en el sitio hubo quienes lanzaron botellas con agua, algunas otras piedras o cualquier objeto que ahí encontraron. Empujaron a quienes se interponían en su paso, pero pese a los conatos, no hubo lesionados ni pleitos, solo que grito de rechazo y discriminación, de quienes dijeron se sienten inseguros por los migrantes.
“Yo no sé qué tipo de gentes son”, decía Ofelia, una residente de Tijuana que migró del sur del país, Oaxaca, para tener una mejor calidad de vida, “no es discriminación pero no los queremos aquí, que les apliquen la 33”, gritaba a la cara de los oficiales.
Más de 5 mil migrantes centroamericanos han llegado a Baja California desde hace una semana, quienes son parte de la caravana que arrancó su viaje en octubre pasado, según cifras del Instituto Nacional de Migración (INM).
Corren a 70 de albergue. Este domingo, 70 hombres de la segunda caravana migrante fueron expulsados del Centro DIF de Irapuato, Guanajuato, por escandalizar y consumir drogas en el interior del albergue.
Juan Segoviano Tovar, director municipal de Protección Civil, dijo que la salida del grupo “fue una decisión de los líderes de la Caravana, de Pueblos Sin Fronteras, quienes los detectaron y al no atender las recomendaciones determinaron pedirles que se retiraran”, dijo.
Además cerca de 500 migrantes fueron reubicados por las autoridades a instalaciones del Gimnasio Paralímpico con la finalidad de darle mantenimiento al Centro DIF, que presenta deterioro desde el paso y estancia de la primera Caravana Migrante el 10 y 11 de noviembre pasados.
Protección Civil estimó que este fin de semana mil 600 migrantes centroamericanos llegaron a Irapuato en su paso hacia Estados Unidos.