México, D.F. / Dic. 21
Fue, al inicio del mes de mayo, un retorno…a su manera. Calculado, medido, con una cuidadosa estrategia mediática y un primer evidente objetivo: ajustar cuentas con Ernesto Zedillo Ponce de León. Un retorno de Carlos Salinas de Gortari para atacar, contraatacar… y algo más.
Reaparición con un libro “La Década Perdida”. El día 3 de mayo, EL UNIVERSAL dio a conocer en exclusiva un adelanto del libro en el que Salinas de Gortari sentencia que con el gobierno zedillista, México sufrió un viraje histórico que provocó toda una década de parálisis.
Entre 1995 y 1998, agregó, “se tomaron decisiones que convirtieron un problema en una crisis y provocaron la ruina económica y social más grave desde la Revolución de 1910”.
Retorno en su estilo. Él se encargó de planear a quienes otorgaría entrevistas, y las presentaciones que haría en la capital del país, como en ciudades y en el extranjero. Reaparición pues, con plena actividad política.
Viajó también a Chalco, el municipio que fue insignia durante su sexenio con el Programa Nacional de Solidaridad.
Y acudió a la tierra de sus antepasados, Nuevo León en diversas ocasiones y a mediados de agosto empezaron a aparecer en columnas periodísticas y en bocas de personajes del escenario político versiones en el sentido de que Salinas de Gortari podría ser el candidato al gobierno de esa entidad, rumores que él no desmintió de manera personal, expresa o categórica. Luego, ya frecuente, ya común, ha sido su asistencia a eventos sociales, como la boda de la hija de Manlio Fabio Beltrones y otras ceremonias.
Ya antes el ex presidente había tenido diversas apariciones públicas, en el Palacio de las Bellas Artes en un evento organizado por Televisa, y en la toma de posesión del gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto quien posteriormente sería convocado a las reuniones en la casa de Carlos Salinas para convivir, jugar al dominó con Emilio Chuayffet, Francisco Rojas y otros amigos incluidos militantes de otros partidos políticos.
Pero fue el 3 de mayo pasado cuando la opinión pública supo que Carlos Salinas estaba al contraataque.. Y con un reto: en su libro, Carlos Salinas dijo que presentaba documentos, citas, cifras, para contribuir a un debate. Ernesto Zedillo no respondió.
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