México, D.F.-
Surf, bicicletas, patinetas y fiestas sobre la arena, son elementos necesarios para mimetizarse con el ambiente hippie que ofrece Venice Beach, la playa consentida de Los Ángeles. Pero nos falta mencionar un elemento muy particular: el aroma a marihuana que desprenden sus más de 20 “clínicas verdes”.
En California, el consumo de marihuana como remedio medicinal está permitido. Entonces no hay por qué sorprenderse si en la playa se ve a los “enfermos” fumando su medicina. Todos pasaron por las clínicas y lograron convencer al “doctor” de sus males. Basta con tener falta de apetito, dolor muscular, insomnio, hiperactividad o migraña para que te extiendan la receta que te permite comprar 3.7 gramos de cannabis.
Convencer al médico no es tarea fácil, siempre aseguran que sus clínicas son serias y realizan un cuestionario exhaustivo a sus pacientes. ¿Qué toma para el dolor? ¿Desde cuándo tiene el padecimiento? ¿En qué hospital se está tratando?, son algunas de las preguntas que no podrán faltar. Una vez pasada la prueba, la receta se sellará.
El remedio se busca en los dispensarios de colores sicodélicos. Ahí te entregan tu bolsita o frasquito y también puedes llevar pipas, brownies o cualquier objeto que ayude a un mejor efecto de la “medicina”.
Arte y sol
Dejando atrás las clínicas verdes, no hay que perderse una caminata de casi cuatro kilómetros por el paseo marítimo de Venice. Muchos consideran la zona como un circo gratuito. Es normal encontrar malabaristas, bailarines de break dance, raperos improvisando, adivinos que te predicen el futuro con una lectura de tarot, hombres fuego y bandas de rock tocando en vivo.
Otro lugar imperdible es Muscle Beach, por su nombre nos podemos hacer una idea de qué tipo de cuerpos encontraremos tumbados en la arena. Aquí fue donde Arnold Schwarzenegger comenzó a darle forma a sus músculos. La calle de las artesanías se llama Abbot Kinney Boulevard, con boutiques para salir con un outfit completamente hippie.
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