Colima, Col.-
Sin nombrarlos, el gobernador de Colima, Ignacio Peralta Sánchez, responsabilizó del “caos” en que recibió la administración estatal hace siete meses al ex gobernador Mario Anguiano Moreno y a su rival electoral, el senador panista Jorge Luis Preciado.
Durante su primer informe de actividades, el mandatario afirmó que los adeudos con proveedores, la nómina inflada y la creciente sospecha de enriquecimiento ilícito por parte de algunos funcionarios generó inestabilidad financiera que afectó el arranque de su administración. A esto, indicó, se sumó el “injusto montaje” que anuló la elección ordinaria y obligó a distraer valiosos recursos financieros en la organización de los nuevos comicios.
En su opinión, fue justo en los meses posteriores a la elección ordinaria cuando la seguridad en el estado —que tiene la tasa más alta de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en el país— empezó a deteriorarse, situación que, según él, se agudizó con la anulación de la elección.
“Todo fue un montaje que generó un injusto retraso y se tuvo que iniciar todo al mismo tiempo para corregir las deficiencias acumuladas”, señaló Peralta al explicar que no hubo tiempo para hacer un diagnóstico detallado y después implementar las acciones correspondientes, sino que ambos procesos se debieron realizar a la par.
Además, dijo, la elección dejó la difícil tarea de conciliar a una sociedad que quedó dividida y polarizada.
Por ello, afirmó, acudió personalmente al Congreso del estado a entregar en persona su informe, pues —indicó— se debe privilegiar el diálogo ante una realidad de pluralidad política. Además, antes de emitir su mensaje en el Teatro Hidalgo de la ciudad de Colima, acudió a Manzanillo y Tecomán a realizar ejercicios similares.
Reconoció que los ajustes presupuestales del gobierno federal afectarán al estado, pero para compensar esa falta de recursos se continuará implementado el programa de austeridad, “que en estos primeros siete meses logró disminuir la nómina en 10%”.
Señaló que como se comprometió en campaña, ordenó una revisión profunda de la administración estatal y por ello se solicitó una auditoría con el despacho PricewaterhouseCoopers: “los resultados fueron enviados al Congreso para que tome la decisión de qué hacer”, afirmó.
Respecto a la seguridad, reconoció que la situación es compleja, pero opinó que no es un tema privativo de la entidad: “La guerra contra la delincuencia trasciende las fronteras y se padece en nuestra geografía; no podremos vencer con acciones locales, requerimos acciones de largo alcance”.
Al finalizar su discurso, Peralta Sánchez respaldó las decisiones tomadas por el presidente Enrique Peña Nieto y criticó a quienes se congratulan de que las cosas a no salgan conforme a lo planeado: “porque si le va mal a un presidente, nos va mal a todos”.