Chilpancingo, Gro.-
Este viernes el pueblo de Ahuihuiyuco, en Chilapa, amaneció vacío. Ninguno de sus pobladores esperó que se cumpliera la amenaza que les lanzó un grupo de hombres armados: a quienes no se vayan los asesinaremos.
Ahuihuiyuco es una población que comenzó a desocuparse poco a poco desde 2015. Un grupo delictivo empezó una cacería en contra de la familia del ex director de la Policía municipal, Silvestre Carreto González, a quien se le vinculó con Los Rojos. Desde finales de ese año han sido asesinados siete de sus parientes, cuatro están desaparecidos y muchos más desplazados.
Este éxodo se extendió a otras dos comunidades: Tepozcuautla y Tetitlán de la Lima.
A estas comunidades llegó este viernes el vocero del colectivo de familiares de los desaparecidos, Siempre Vivos, José Díaz Navarro, y el director de Centro de Defensa de los Derechos Humanos José María Morelos y Pavón (Centro Morelos), Manuel Olivares Hernández.
En la comunidad de Ahuihuiyuco no encontraron casi nada. Díaz Navarro explicó que sólo vieron a una familia que recogía su cosecha de maíz para después salir del pueblo.
De acuerdo con Díaz Navarro y el Centro Morelos, lo que predominó en estos tres pueblos fue el abandono: los centros de salud, las escuelas y la mayoría de las casas estaban cerradas, en las tres sólo se mantenían abiertas las iglesias.
El éxodo comenzó el miércoles. El martes, según distintas versiones, hombres armados llegaron a estos pueblos y les dieron un ultimátum a los pobladores: si el viernes no se van, los matamos. La mayoría ya dejó sus pueblos.
En casi todas las casas —cuentan personas del Centro Morelos—, todo está en abandono, los animales, los enseres domésticos y los aperos de labranza están olvidados.
El Centro Morelos documentó que en la comunidad de Tepozcuautla, de las 253 viviendas, sólo 20 continúan ocupadas. En Ahuihuiyuco, de mil 320 habitantes en 361 viviendas, casi todas las familias han abandonado la comunidad, y las pocas que quedan piden seguridad. En Tetitlán de las Limas es donde más gente se ve por las calles y el éxodo es menor.