México, D.F. / Agosto 23.-
La historia de Adam, un antiguo campeón de natación de la República de Chad en África, refleja en “Un hombre que llora”; la tristeza y dolor de una familia que vivió la guerra civil.
El protagonista, quien tiene 60 años y es profesor en la piscina de un hotel lujoso en N’Djamena, comparte el trabajo con Abdel, su único hijo.
Adam sufre la discriminación de los demás, quienes lo consideran un viejo inútil al tiempo que vive angustiado por la guerra civil que azota la ciudad y la preocupación de perder su empleo. Cuando el hotel es adquirido por una empresa china la situación de Adam no hace más que empeorar, el recorte de personal y las precarias condiciones de empleo se convierten en su peor pesadilla, hasta que finalmente es desplazado por su propio hijo y relegado al puesto de portero del estacionamiento del hotel.
Mahamat-Saleh Haroun, realizador del filme, contó a EL UNIVERSAL, que este relato surgió luego de que, en 2008, se enfrentara a esta situación. “En ese momento los rebeldes llegaron a la capital y yo estaba ahí realizando un cortometraje, así que nos convertimos en cierta forma en rehenes, porque no podíamos irnos de ahí. Detuvimos la filmación durante tres días, todo el equipo lloraba todo el tiempo, por eso mi inquietud de contar en esta historia la manera como pierdes todo con la guerra, y no puedes moverte ni luchar contra nada”.
Al mismo tiempo, el cineasta, expresó que se basó en la historia de un padre que tenía a su hijo y tuvo que meterlo al ejército para protegerlo. “En medio de esta violencia pierdes la razón, pierdes tú manera moral de pensar y quería plasmarlo.
Mahamat-Saleh Haroun muestra la enorme degradación social, producto del conflicto armado, las profundas desigualdades, la corrupción y la impunidad en Chad, su ciudad natal.
“Estos problemas existen y la única manera es relatarlo desde el punto de vista de alguien como Adam. Para mí el cine es como una luz en la oscuridad y yo no quiero que la oscuridad termine victoriosa”, dijo. Además, agregó que, de cierta manera, los mexicanos pueden identificarse con ella.
“Tiene que ver con algo que los mexicanos conocen, no por la guerra civil sino por la violencia y cómo la violencia te empuja de modo que pierdes hasta tus posturas morales, y también habla sobre la cuestión de Dios, y la cuestión de que a veces el ser humano se siente abandonado por él y se pregunta: ¿Por qué estoy en esta situación?
Para el cineasta, el problema que vive el cine africano es que no cuentan con los medios para producir, ni los equipos para producirla, todavía falta ese apoyo. “Me parece que el reto para todos es llevar a África a una visibilidad internacional con nuestras películas, entonces, podremos cambiar las cosas en nuestros países”. En cuanto a sus próximos planes, el director comentó que durante 2012 filmará una cinta llamada “Fiasco africano”, la historia de un barco que zarpó desde Amsterdam hasta la Costa de Márfil hace cinco años, y arrojaron residuos tóxicos.
La cinta se estrenará el 26 de agosto en la Cineteca Nacional, The Movie Company, Cine Lido, Cinemas Lumiere y Cinemanía Loreto.
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