El presidente Donald Trump, promete abordar a dreamers con corazón al Programa de Acción Diferida (DACA).
Washigton, EU.-
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este jueves la “dificultad” que implica aplicar la deportación a jóvenes indocumentados acogidos al Programa de Acción Diferida (DACA).
“Es uno de los temas más difíciles que tengo (…). Vamos a abordar el asunto de DACA con corazón”, dijo Trump durante una rueda de prensa en la Casa Blanca. “La situación del DACA es muy dura porque amo a esos chicos, algunos son totalmente increíbles (…). Tengo hijos y nietos”, agregó.
“Me parece muy duro hacer lo que ley ordena exactamente hacer. La ley es estricta”, dijo, aunque precisó que hay casos de jóvenes que “tienen DACA y son pandilleros y narcotraficantes”.
El presidente no dio más detalles sobre el futuro del programa, que ha permitido frenar la deportación de 750 mil jóvenes —conocidos como dreamers (soñadores)— y cuya derogación prometió durante la campaña electoral.
El DACA, firmado por el presidente Barack Obama en 2012, permite a los jóvenes indocumentados obtener un permiso de trabajo y licencia de conducir. Debe renovarse cada dos años.
Aunque el magnate ha suavizado el tono sobre los dreamers, no termina de definir si podrán mantener su actual estatus legal.
En la misma conferencia, Trump insistió en la necesidad de seguir con mano dura contra las “ciudades santuario” y defendió el “esfuerzo nacional” de deportación de aquellos que signifiquen un “peligro para la seguridad pública”, un concepto que su administración amplió para incluir incluso delitos menores. “Estamos salvando vidas de estadounidenses cada día [con esta política]”, aseguró.
En marcha la maquinaria de las deportaciones. El director interino del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos, Thomas Homan, reconoció este jueves ante congresistas que la Casa Blanca ha puesto en marcha la maquinaria de deportación prometida por Trump en la campaña.
El mandato de expulsión de indocumentados “se ha ampliado” y, a fin de que sea más expedito, pedirán más presupuesto para poder realizar su tarea. Así lo confirmó el congresista demócrata por Texas, Joaquín Castro, quien asistió a la reunión con Homan junto a otros colegas de la Cámara de Representantes, de la cual se expulsó a varios integrantes del caucus hispano del Congreso, algo que el portavoz de medios hispanos de los demócratas, Javier Gamboa, calificó como “salvajemente insultante” porque se excluyó a quienes representan a la comunidad más afectada por las redadas de deportación.
El congresista Castro, de padres mexicanos, señaló que, por lo explicado por el director del ICE, “es difícil no concluir que el presidente Trump ha iniciado un plan de deportación masiva” dedicada a expulsar “cuantos más migrantes mejor” y, si las acciones no se han realizado en mayor medida es porque las fuerzas de deportación no tienen todavía los recursos que necesitan.
Homan actualizó las cifras de las redadas realizadas la semana pasada en el país, y que han puesto en alerta a toda la comunidad migrante. Han sido 683 los detenidos por las fuerzas de migración, dijo. Sin embargo, los congresistas demócratas temen que la cifra sea muy superior, ya que no recibieron detalles de los arrestados como país de origen o motivo de su detención.
“Tenemos que esperar que haya más arrestos y deportaciones este año”, señaló la demócrata Linda Sánchez.
En tanto, la senadora por Nevada, Catherine Cortez Masto, nieta de inmigrantes mexicanos, introdujo su primera propuesta de ley para revocar los decretos antiinmigrantes del presidente Trump. “Sus órdenes ejecutivas son especialmente ofensivas para mí porque atacan a familias que llegan a este país en busca de una vida mejor, como la mía”, explicó la primera senadora latina de EU.
En el caso del “dreamer” mexicano Daniel Ramírez, se conoció que la acusación que forma parte de una banda criminal se dedujo por un tatuaje en un brazo. Este viernes será la primera audiencia judicial.
También se conoció el caso de “otro soñador “dreamer” detenido: el hondureño Josue Romero, en proceso de deportación por un delito menor de posesión de marihuana.