Roma, Italia.-
Entre 2009 y 2012 al menos 30 mexicanas residentes en Italia denunciaron ante el consulado de su país algún tipo de violencia por parte de sus parejas italianas y algunas de ellas debieron ser repatriadas para salvaguardar su integridad.
La abogada Cecile de Mauleón confirmó a Notimex que durante ese periodo dio asesoría jurídica y legal por parte del consulado mexicano a las mujeres que así lo solicitaban.
Dijo que, incluso, se logró la repatriación de siete mexicanas con hijos de padre italiano que pudieron acreditar ante el juez el clima de violencia cotidiana a la que eran sometidas, lo que permitió que pudieran salir del país europeo sin incurrir en secuestro internacional de menor.
Según de Mauleón, el número de mexicanas que sufre algún tipo de violencia por parte de su pareja italiana podría ser mucho mayor, pues las que denuncian ante la embajada y el consulado lo hacen como medida desesperada.
Datos del Instituto de Estadísticas (Istat) local indicaron que hasta el primero de enero de 2013 residían en Italia cinco mil 749 ciudadanos mexicanos, en su mayoría mujeres casadas con italianos.
La abogada calculó que hasta un 30 por ciento de ellas podrían ser víctimas de algún tipo de violencia doméstica.
Sin embargo, el cónsul de México en Roma, Luis Fernando Alva, aseguró que las denuncias presentadas por las mexicanas han disminuido sensiblemente a partir de 2012, lo que –hipotizó- podría obedecer a que hay un menor número de matrimonios mixtos como consecuencia de la crisis económica.
“Yo solamente he sabido de dos casos”, aseveró.
Resaltó el compromiso y la voluntad del gobierno italiano para prevenir la violencia de género, como lo demuestran las recientes campañas a través de los medios de comunicación.
Luisa Rizzitelli, portavoz del Teléfono Rosa, una asociación de voluntarias que apoya a mujeres víctimas de violencia, dijo no haber recibido demandas de ayuda de parte de mexicanas, aunque reconoció que no existen en Italia estadísticas reales sobre el problema.
Lo que salta a la vista en el caso de las mexicanas golpeadas es que en su mayoría se trata de mujeres con elevada preparación profesional, que han conocido a sus maridos italianos en alguna playa de México, mientras vacacionaban en Europa o por medio de internet.
Los italianos, también en buena parte de los casos, cuentan con una preparación profesional inferior, pero tienen el sartén por el mango, pues en Italia no existen las condiciones laborales que permitan a las extracomunitarias la independencia económica.
“Muchas veces las mexicanas se ven obligadas a vivir con el marido, sobre todo cuando hay hijos de por medio, pues no cuentan con oportunidades de trabajo ”, dijo de Mauleón.
Aseguró que, además, su condición de extranjeras hace que tengan menos credibilidad cuando se deciden a presentar una denuncia ante la policía o los “carabinieri”.
“Existen problemas reales de acceso a la justicia por el solo hecho de ser extracomunitarias y también en ocasiones sufren violencia por parte de la familia del marido o amenazas de que les quitarán a los hijos”, agregó.
Entre los casos exitosos que han sido manejados por el consulado mexicano, sobresale el de una mujer de Querétaro, con dos hijos menores de edad, que pudo ser repatriada con la plena autorización del juez (mexicano) ante el que logró acreditar el clima de violencia al que era sometida por su marido.
El hombre, que llegó incluso a meterle la cabeza bajo el agua durante casi un minuto, perdió los juicios para obtener la patria potestad de los menores, a los que solamente puede ver en una estructura protegida y bajo observación en México por pocas semanas al año.
“En este caso sí nos jugamos el todo por el todo”, reconoció el cónsul.
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