Cd. de México.-
Anton, un niño ucraniano de ocho años de edad, decidió terminar con su vida, para evitar las golpizas frecuentes que le propinaban sus padres.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de agosto luego de que el padre del menor le pegara por haber arruinado su ropa.
Según los vecinos, ellos escucharon los gritos provenientes del departamento del fallecido, y momentos más tarde todo fue calma hasta que el infante se arrojó por la ventana del noveno piso y cayó de cabeza en el pavimento.
Los cuerpos de emergencia y las autoridades arribaron de inmediato al lugar para auxiliar a la víctima, pero no pudieron hacer mucho, pues Anton murió al instante.
Al interrogar a los familiares, ellos aceptaron que el niño era reprendido de manera física constantemente pero que lo hacían para mejorar su comportamiento.
Los padres del difunto se encuentran prófugos. De ser localizados podrían enfrentar una condena de hasta 5 años de prisión por no cumplir con sus obligaciones parentales.
Información original de Lavanguardia.com