Afganistán.-
Nueve periodistas y al menos tres decenas de civiles, entre ellos 11 menores de edad, perdieron la vida luego de dos ataques suicidas en Kabul, la capital de Afganistán.
Fue en el Ministerio de Defensa, cercano a los Servicios de Inteligencia, la sede de la OTAN y las oficinas de varias ONG internacionales, que se perpetró el primero de los ataques luego de estallar un hombre que viajaba en una motocicleta.
Hasta ese lugar arribaron periodistas de la prensa nacional e internacional para cubrir la noticia, sin embargo entre ellos se coló el segundo atacante, que llevaba una cámara para hacerse pasar por reportero y detonó la bomba junto a un grupo de reporteros.
El saldo fatídico fue de ocho reporteros de medios de comunicación locales y el fotógrafo Shah Marai de la agencia de noticias francesa Agence France Presse (AFP), quienes fallecieron en el lugar de los hechos.
Ante los fatales hechos el autodenominado Estado Islámico se atribuyó ambas explosiones, que dejaron al menos 26 muertos y medio centenar de heridos.
De la misma forma se realizaron otros ataques al sur del país, en la provincia de Kandahar, donde otro atacante suicida condujo y chocó una furgoneta llena de explosivos contra un convoy de la OTAN, informó la policía afgana.
Las detonaciones en esa zona alcanzaron una escuela religiosa donde estudiaban varios niños, dejando como saldo del atentado a 11 menores muertos y otros 16 heridos, junto a ocho soldados rumanos.
Sumado a esos ataques terroristas se registró otro crimen en Khost, cerca de la frontera con Pakistán, donde el periodista de la BBC Ahmad Shah, de 29 años, fue asesinado con arma de fuego.
La Policía de Khost le confirmó a la BBC que el reportero fue disparado por hombres armados no identificados, y que investigan para esclarecer la causa.