Washington, E.U.-
El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves su intención de acelerar las deportaciones de inmigrantes encarcelados en prisiones federales a través de una “modernización y expansión” del Programa Audiencias Institucionales (IHP, por sus siglas en inglés).
Este plan, establecido en 1986, tiene como objetivo deportar a la mayor brevedad posible a los inmigrantes que salen de la cárcel. La administración de Donald Trump ha decidido actualizarlo para acelerar todavía más los procesos de expulsión, sin importar si son indocumentados o tienen residencia legal en Estados Unidos.
El fiscal general de EU, Jeff Sessions, explicó en un comunicado que el mayor cambio será que a partir de ahora los jueces de inmigración podrán iniciar los procedimientos de expulsión desplazándose a las cárceles antes de que los inmigrantes salgan de la cárcel, una práctica que acelerará el proceso de deportación. Además, se potenciará el uso de videoconferencias para realizar las audiencias de expulsión.
Hasta ahora, los inmigrantes que habían cumplido condena pasaban a un centro de detención coordinado por la Fuerza de Inmigración y Aduana (ICE) o eran liberados, a la espera de una vista judicial. El nuevo proceso y herramientas “ahorrará recursos y tiempo.
Según el Departamento de Justicia de EU, la “modernización” del programa implicará la coordinación entre fuerzas carcelarias y de inmigración en más de 20 instalaciones penitenciarias federales, así como la actualización de la aplicación de la tecnología necesaria para posibilitar las videoaudiencias de forma más ágil. “Debemos al pueblo estadounidense la certeza que los inmigrantes ilegales que han sido condenados por crímenes y están cumpliendo condena en nuestras cárceles federales son expulsados de forma expedita de nuestro país tal y como reza en nuestras leyes”, expresó Sessions.
Los datos del Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos, 21.7% de los presos en cárceles federales del país son extranjeros. La mayoría de ellos, 14.2%, es de nacionalidad mexicana. O, lo que es lo mismo, 26 mil 852 prisioneros, a fecha de 28 de enero de 2017.