Berlín, Alemania.-
El escándalo que sacude a Volkswagen (VW) crece cada vez más pues hoy se informó que de los 800 mil autos con medición manipulada de emisiones, 98 mil son de motores a gasolina y en Estados Unidos más de 91 mil vehículos tienen frenos defectuosos.
Pero antes de que se conocieran estos nuevos problemas de la automotriz alemana, las acciones de VW se desplomaron 10 por ciento y apenas se pudieron recuperar un poco en el transcurso de la jornada de este miércoles.
El ministro alemán de Transporte, Alexander Dobrindt, informó este día que de los 800 mil autos de Volkswagen con medición manipulada de bióxido de carbono, 98 mil son de gasolina y que en el mercado estadunidense 91 mil 800 autos tienen frenos defectuosos, en concreto el árbol de levas.
Dobrint informó lo anterior durante una sesión del Bundestag sobre temas de actualidad.
Hasta ahora se había informado que el programa manipulado para medir menos emisiones de óxido de nitrógeno de los automóviles de VW sólo afectaba a los que utilizan diesel, pero este día se supo que también los automotores a gasolina.
En Estados Unidos se detectó que 98 mil autos que presentan “irregularidades” en las emisiones reales de bióxido de carbono son vehículos que usan gasolina como combustible. Forman parte de los 800 mil que revelan “incoherencias inexplicables”, de acuerdo al consorcio alemán en Wolfsburg.
La mayor automotriz de Europa informó lo anterior en un escueto comunicado de prensa y evaluó la reparación de ese defecto en dos mil millones de euros (dos mil 170 millones de dólares).
Los modelos afectados son el tipo Jetta, Passat, Beetle y Golf, y son autos producidos en 2015 e incluso modelos 2016.
El asunto es grave porque el bióxido de carbono influye directamente en el cambio climático, es objeto de mediciones por parte de los Ministerios europeos de Industria y Transporte, y está penado.
En los vehículos nuevos en Alemania, el monto del impuesto sobre el vehículo se calcula en base a las emisiones de bióxido de carbono. Mientras más emisiones, más impuesto debe pagar el propietario.
El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, declaró en Berlín que el Ministerio de Transporte pidió a Volkswagen establecer un centro de atención a sus clientes para explicarles y ayudarlos a solucionar esos problemas. VW habría aceptado hacerlo.
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