Naciones Unidas, E.U.-
Al conmemorar los 30 años del accidente de la planta nuclear de Chernóbil, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió que aumentan los riesgos de que desastre naturales se combinen con crisis generadas por el ser humano.
En un mensaje ofrecido en una ceremonia en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban destacó que “hay un creciente riesgo de desastres en que eventos naturales se combinen con crisis químicas, biológicas, radiológicas o nucleares”.
Informó que por esa razón pedirá a los líderes de la comunidad internacional durante la Cumbre Mundial Humanitaria, programada para finales de mayo en Turquía, que consideren estrategias multidisciplinarias que incluyan prevención, preparación y respuesta.
El accidente de Chernóbil, ocurrido el 26 de abril de 1986, ha sido el más grave accidente nuclear en la historia. Provocó que cientos de miles de personas quedaran expuestas a altos niveles de radiación y que unas 350 mil se vieras forzadas a abandonar sus hogares en zonas contaminadas.
La explosión de uno de los reactores de la planta expulsó grandes cantidades de material radioactivo sobre partes de Bielorrusia, Rusia y Ucrania.
En su mensaje, el titular de la ONU aseguró que la conmemoración ofrece una oportunidad para hacer un balance de la experiencia adquirida, reflexionar sobre el proceso de recuperación y apreciar los esfuerzos heroicos de los trabajadores que sacrificaron su salud o sus vidas para ayudar a víctimas.
Asimismo apuntó que la tragedia dio lugar a una nueva conciencia sobre los peligros nucleares y a mejoras en la regulación de las centrales de este tipo de energía en todo el mundo.
Por su parte, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, recordó que la mayor parte del territorio contaminado ha retornado a la actividad económica, en parte debido a la extensa asistencia de esa agencia de la ONU.
También señaló que lo ocurrido generó un avance en materia de cooperación global sobre seguridad nuclear, así como en la adopción de instrumentos legales internacionales sobre el tema.
No obstante, Amano señaló que a pesar de los avances, el mundo confrontó otro grave accidente en la planta nuclear de Fukushima Daiichi en Japón en 2011, un doloroso recordatorio de que esos incidentes pueden suceder en cualquier parte aún con la tecnología más avanzada.
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