Cd. de México.-
Los tangos son una catarsis, justo como las canciones rancheras, dice María Inés Montilla, creadora del monólogo Del tango al diván (y viceversa).
A través del humor y la reflexión, la actriz y promotora cultural lleva al público a conocer un poco más de la historia del tango y su paralelismo con el psicoanálisis en Argentina, así como los puntos de conexión con una cultura como la mexicana.
“Terminada la segunda Guerra Mundial mucha gente se salió de Europa y llegó a Argentina porque encontraban un interés con todo lo que tenía que ver con las ideas de Freud, y el argentino siempre se ha interesado de saber por qué pasan las cosas, de indagar, de curiosear, saber de dónde venimos y por qué somos así. A través del humor te cuento por qué surge el tango y por qué este empeño de tratar de entenderlo”.
Curiosamente, en este monólogo no hay baile, como uno podría pensar al escuchar la palabra “tango”, no lo hay pero lo que sí hay es una parada en las letras de estas canciones que a México llegaron desde la época de los años 20.
En la puesta en escena aparecen referentes del tango como Homero Manzi o Cátulo Castillo. “La particularidad del tango es que te cuenta una historia. Queremos que escuchen otras cosas que también son tango pero no los más populares”, dijo la actriz.
El director del monólogo, Alejandro Bracho, señaló que esto detona todo lo demás que el público verá en la obra.
“Es el pretexto para un viaje donde descubrimos qué significa ser un inmigrante, dejar a tu país, a tu gente o que te deje tu gente, que es algo con lo que en un momento u otro de la vida todos lo hemos vivido, lo vemos a través de los ojos de María Inés y de esta cultura. Nos enseña de la música, del tango, en la emoción, de Argentina y de los parecidos que tenemos”.
Del tango al diván se presentará en 16, 23 y 30 de junio así como el 7 de julio en el Foro Lo de Inés, creado en el restaurante El Quebracho de Hamburgo 313, un espacio que con el tiempo ha ido abrazando actividades culturales gracias al trabajo de Inés y que todos los sábados se convierte mágicamente en un espacio cultural que desaparece los domingos.