Ciudad de México.-
Que Jared Leto luzca como la imagen occidental de Jesucristo parece una broma gastada. Sin embargo, lo que el artista logra desde el escenario con sus fans parece de culto.
De túnica y vestido de blanco, barba larga, cabello largo y, el toque rocker, con las gafas negras y guantes brillantes, aparece en la tarima de la Arena Ciudad de México.
En una visión casi etérea, Leto y su banda, 30 Seconds To Mars, convencieron a los presentes de olvidar el retraso y que las 21:50 horas, era el momento perfecto para su llegada.
Bastó con que la batería se hiciera sonar y que el hollywoodense empezara a cantar y brincotear por todas partes, para que sus seguidores estuvieran hipnotizados. Les hizo levantar las manos a una sola orden y los coros, casi celestiales empezaron.
“Quiero decirles Hola, Hola a todos los que están aquí. ¿Ven está cámara? Estamos grabando un vídeo. Quiero ver a personas sobre los hombros de alguien más.
Entre más locos estén, más locos nos vamos a poner”, dijo el actor de 46 años.
La agrupación, que está por cumplir 20 años desde su primer disco de estudio, dedicó la noche a hacer música, mientras el viaje incluía entrar al hechizo de las luces de colores.
Una pantalla grande, pelotas gigantes y tres personas en la escena, fueron suficientes para que canciones como “Monolith”, “Up in the Air”, “Kings and Queens2, entre otros.
“Voy a quitarme mis lentes. ¿Hay alguien que quiera bailar está noche? Vamos a qué suban a este escenario a bailar”, dijo antes de subir a unos fans al escenario y ponerse una máscara de lucha libre mexicana.
El show también incluyó canciones como “Love Is Madness”, “Hail to the Victor”, “City of Angels” y “Rescue Me2.