Monterrey, NL/ Feb. 26.-
Escenario de justas futboleras, el estadio Universitario se convirtió en siete horas en sede de una cruenta batalla de Heavy Metal con seis bandas, entre ellas la legendaria Iron Maiden, que inició en Monterrey su segunda gira “Somewhere back in Tour”, dejando a 30 mil fanáticos satisfechos y sudorosos.
Desde las 16:30 horas los asistentes disfrutaron de todo un bufete musical con la presentación de los grupos Ira, originaria de Monterrey; los norteamericanos de Morbid Angel y Atreyu; la cantante inglesa Lauren Harris y su banda, hija de Steve Harris, bajista y fundador de Iron Maiden, y los también británicos de Carcass.
El sexto inglés salió en punto de las 21:00 horas en un escenario más grande que el ocupado hace un año y tres días, cuando se presentó el 22 de febrero del 2008, en lo que fue su segunda visita a Monterrey.
Al igual que hace 368 días y como lo ha hecho en casi 200 conciertos en dos años, La Doncella de Hierro arrancó el espectáculo con el sonido en las bocinas del tema “Doctor Doctor”, de los también ingleses UFO, para seguir , ya con las luces del estadio apagadas, con un video introductorio acompañado de las notas de la instrumental “Transilvania”, y el discurso “Nunca nos rendiremos” (Never surrender), del primer ministro Winston Churchill, en los albores de la Segunda Guerra Mundial.
De ahí en delante, durante 90 minutos, el sexto lanzó pura metralla pesada sobre el público, iniciando con “Aces High”, “Wrathchild”, “2 Minutes to midnight” y “Children of The damned”, de los discos Killers, Powerslave, The Number of the Beast y Somewhere back in time.
Sin dejar reponerse a la audiencia compuesta por preadolescentes hasta cincuentones, Maiden soltó una segunda andanada de metal fundido con otros tres clásicos de su repertorio: “Phantom of Opera, “The Trooper” y “Wasted years”, procedentes de los discos Iron Maiden y Piece of Mind.
En lo que prácticamente fue una repetición del mismo set musical que hicieron en febrero del 2008, la banda cambió en esta ocasión la presentación mas no el tono de su presentación, agregando más juego de luces y el uso de fuegos pirotécnicos, con explosiones y lanzallamas.
Ya en la segunda parte del concierto, la intensidad fue aún mayor, al llegar los mas grandes éxitos del grupo, no sólo en popularidad sino en calidad y técnica interpretativa: Rime of the Ancient Mariner, con sus casi 10 minutos de duración, y Powerslave, ambas del disco homónimo, mostraron la combinación de los tres guitarristas, Adrian Smith, Dave Murray y Janick gers, con el bajista Steve Harris y el baterista Nico McBrain.
Run to The Hills, su primer número uno a nivel mundial, y la estremecedora Fear of The Dark, marcaron el punto más alto de la noche, con miles de fans haciendo el slam y verdaderas olas humanas que se movían en la cancha.
Para cerrar la noche de metal, cerveza y un espectáculo visual sencillo pero efectivo con la presencia de Eddy the head, mascota del grupo, éste soltó más pasión musical con Hallowed be thy Name, Iron Maiden, The Number of Thee Beast y Prowler, para despedirse por primera vez del escenario.
En el encoré, precedido por los coros de Maiden Maiden de los fans, el sexto regresó para concluir con The Evil that men do cerca de las 23:00 horas, lo que fue una verdadera fiesta del Heavy Metal en el estadio Universitario.
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