Monterrey, N.L. / Septiembre 10.-
Los seguidores de Katy Perry abarrotaron la Arena Monterrey para recibirla por primera vez en la ciudad.
El show consistió en un escenario decorado con gran colorido así como la iluminación brillante y llamativa, simulando una tierra de dulces, elementos representativos de la cantante, realizado el pasado lunes.
Acompañada de sus bailarines, la californiana subió al escenario alrededor de las 22:10 horas, entonando uno de sus sencillos, “Teenage Dream”.
Fue después cuando la cantante saludó al público, siendo ese uno de los momentos en los que habló en español, provocando emoción entre los asistentes.
Otra ocasión fue en la que subió a un joven al escenario para darle un beso, haciendo alusión a la siguiente canción, su sencillo “I Kissed a Girl”.
Edith Hernández, una de las jóvenes que asistió al concierto, comentó que la mejor parte fue cuando Perry cantó “Firework”, pues terminando su interpretación encendió el escenario, y a su público, con luces pirotécnicas.
También durante su canción “Hot N Cold” provocó aclamaciones de la gente, al cambiarse seis veces mientras cantaba su sencillo.
Eso lo logró mediante actos de magia e ilusión, en los que entraba a un pequeño vestidor, asomando su cabeza, y salía con un vestido diferente.
Para terminar la canción, dos de sus bailarines la bañaron de pequeños papeles brillantes que al caer dejaron ver el sexto vestido, para asombro de los presentes.
El concierto tuvo su cierre 10 minutos pasada la medianoche, con la canción “California Girls”, durante la cual la ambientación cambió a una combinación de fiesta en la playa con una tierra de dulces, pues bailarines vestidos de galletas de jengibre se mezclaban con las bailarinas que usaban vestido, mientras grandes pelotas de colores rebotaban en el público.
“Sí me gustó, estuvo muy bueno”, dijo Edith, una de las asistentes, acerca del concierto.
Para cerrar el show, en el que comentó que si próximamente saldría de tour, siempre vendría a México, la cantante bañó a la gente en espuma y papeles de colores.
Redactó Rosa Andrea Alvarado, alumna de Comunicación del ITESM.-
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