México, D.F. / Ene. 7
Una vez más, los Yanquis voltean hacia el lanzador mexicano Óliver Pérez. Sí, el zurdo sinaloense está en la mira de los legendarios Mulos de Manhattan, que se esfuerzan en fortalecer su staff de abridores con un brazo de primer nivel entre la agencia libre.
Los Yanquis ya tienen a C.C. Sabathia, Chien-Ming Wang, A.J. Burnett y a Joba Chamberlain y están a la caza de un quinto abridor, que podría ser Andy Pettitte u Óliver Pérez.
Por lo pronto, Pettitte ya rechazó una oferta de los Yanquis de un año y 10 millones de dólares, por lo que de no llegar a un acuerdo, la opción sería el pítcher mexicano, quien es agente libre y con las facultades de negociar con el mejor postor.
Los Yanquis conocen a Óliver Pérez, quien siempre ha lucido en el montículo cada vez que los ha enfrentado.
En efecto, Óliver tiene récord ganador ante los Yanquis en su trayectoria de siete temporadas en las Grandes Ligas, con 5-1 y 2.61 en efectividad en seis aperturas. En 41 entradas y un tercio ha tolerado 29 hits, entre ellos cuatro jonrones, y 12 carreras limpias, con 17 bases por bolas, 31 ponches y tres golpes.
Sin embargo, Óliver Pérez ha mostrado solamente el rostro amable ante los Yanquis, y no su faceta oscura: la inconsistencia.
Desde su irrupción en las Grandes Ligas, en 2002, el zurdo ha sido el centro de opiniones encontradas en torno a su calidad como lanzador. Algunos le han elogiado sus grandes actuaciones en el centro del diamante, al grado que lo han comparado con el legendario Sandy Koufax; otros lo han criticado duramente cuando observan a un lanzador sin control, con el extravío total de la zona de strikes y expulsado a palos en las primeras entradas del juego.
Pese a esta inconsistencia, actualmente algunos scouts lo consideran entre lo mejor de la agencia, junto con Ben Sheets y Derek Lowe. Señalan que es un zurdo abridor de calidad.
Pero de llegar a los Yanquis, Óliver Pérez deberá esforzarse al máximo por la exigencia que representa portar el legendario uniforme a rayas.
En cada salida en el nuevo Yankee Stadium tendrá la presión de salir con la victoria y en gira será doble la responsabilidad por la forma a morir como le juegan a los Yanquis los otros equipos.
Óliver Pérez deberá mejorar su mecánica de lanzar para mantener una regularidad en cada una de sus aperturas. La calidad y el talento lo tiene. No por algo se ha mantenido durante siete años en el mejor beisbol del mundo, desde su debut en 2003 con los Padres de San Diego y sus momentos de esplendor con los Piratas de Pittsburgh y los Mets de Nueva York.
Por lo pronto, está pendiente su renovación con los Mets, que están a la espera de firmar a Derek Lowe.
De darse lo de Lowe, Óliver estaría casi fuera de los Mets, en ruta hacia los Yanquis, buscando un contrato entre 12 y 15 millones de dólares.
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