México, D.F. / Marzo 8.-
En el vestidor de la selección Mexicana de beisbol prevalecerá el claro mensaje del manager Vinicio Castilla: queda prohibido confiarse.
Australia quizá carezca del prestigio que tiene Cuba, Venezuela o República Dominicana, pero al jugarse un certamen de tan corta duración, no hay tiempo para mirar por encima del hombro al enemigo.
“Australia cuenta con buen pitcheo, su ofensiva no tiene muchos peloteros que estén en Grandes Ligas, pero no nos podemos confiar por eso”, comentó Vinny en la conferencia de prensa de la selección. “Uno tiene que jugar siempre como si estuviera contra el mejor del mundo, porque no puedes tener una equivocación o un exceso de confianza que te puede costar el partido y es lo que vamos a tratar de evitar”.
El encargado de trasmitirle seguridad a sus compañeros será el abridor del duelo inaugural en contra de los australianos, el zurdo de Sinaloa, Óliver Pérez.
Las reglas del Clásico permiten al abridor sólo echar mano de 70 disparos a home, pero Pérez se enfoca como si se tratara de una salida habitual.
“Yo me preparo como si fuera a tirar 100 pitcheos o los que me deje el mánager. Uno es profesional y debe de trabajar siempre de la misma forma, tratar de aprender y ayudar al equipo en lo que más se pueda y como pitcher de la Liga Nacional, uno debe estar listo para tocar la bola o tirar una entrada”, dijo Pérez.
Joakim Soria será el encargado de apagar el fuego en la novena entrada, si es que se requiere de su presencia en el montículo. Con la experiencia de varias temporadas con los Diablos Rojos del México, conoce los pros y los contras del Foro Sol.
“Es un parque difícil para pitchear, pero yo creo que todos son profesionales, tienen buenos lanzamientos y capacidad para tirar strikes, el único consejo es que se pongan arriba de los bateadores y que traten de mantener la boja bajita, porque aquí vuela mucho la pelota”, dijo el actual taponero de los Reales.
El pitcheo es fundamental en el beisbol, pero también se gana con carreras. Adrián González, primera base de la selección, a diferencia de la edición de 2006 del Clásico, sabe que desempeñará un rol distinto y que las responsabilidades crecerán ahora.
“Este año sí es un poco diferente para mi respecto del Clásico anterior. Hay una responsabilidad más grande sobre mis hombros en la ofensiva, pero todos somos líderes, tenemos la habilidad de apoyar al equipo, de hacer cada quien lo que tiene que hacer”, dijo el inicialista de los Padres de San Diego.
Ante unos 5 mil aficionados que aprovecharon las prácticas libres de los equipos, México sin exceso de confianza, confía en el apoyo de la afición y en el éxito en el Clásico Mundial de Beisbol.
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