Houston, Tx. / Enero 3.-
El América ha dado el primer paso en la carrera libertadora. No ha tenido un gran partido, entendible por venir del receso de diciembre, pero sí ha sido mejor que unos Santos que todavía están lejos de lo que pretende su técnico Rubén Omar Romano.
La victoria de este sábado, 3-1 sobre los laguneros, ha renovado la ilusión del americanismo, que con cada inicio de torneos se tira a la esperanza de que será un buen año. Las Águilas lo buscaron por todos los medios y al final lo consiguieron: se llevaron los primeros tres puntos de su paso por el Interliga para tener el inicio prometedor que su afición y directiva confiaban tener.
La necesidad de borrar los recientes fracasos puso a los elementos emplumados con la disposición para ofender la meta santista hasta conseguir el resultado.
Los de Jesús Ramírez manejaron el esférico cuando lo tuvieron y se replegaron bien cuando no era así. Un esbozo del equilibrio que busca el entrenador, que deberá crecer con el tiempo, según lo han dicho a lo largo de la pretemporada. También mostraron trabajo mental, no se perdieron ante el empate santista cuando éste vino de un error.
Luz y sombra para enrique Esqueda, quien anunció que el 2010 será su año. El joven atacante americanista abrió el marcador a los 26 minutos de juego al recibir con el pecho un servicio de Pável Pardo, acomodar el esférico a su pierna izquierda y fusilar a Oswaldo Sánchez cruzado, abajo. Cuatro minutos después, el balón le jugaría una mala pasada. Al querer rechazar dentro de su área, tocó el esférico con la mano, el árbitro Jorge González marcó penalti y Juan Pablo Rodríguez igualó.
Mientras los de Romano se perdieron en malos toques en el último sector del campo, el de definición, los de Ramírez —quien se dice se juega el puesto en el torneo— prefirieron el avance de sus líneas con calma, hasta que encontraron los huecos para llevarse el partido.
Daniel Montenegro adelantó a los amarillos con espectacular remate de cabeza a pase de Óscar Rojas, cuando parecía que el argentino se quedaba sin oportunidad para rematar el esférico, se hizo de un pequeño espacio, el contacto fue seco y abajo, lejos de Sánchez, quien igual se lanzó en busca del balón, pero ya sin oportunidad.
Santos buscó rescatar un punto dentro de su presentación en el clasificatorio a la Libertadores, sobre todo con Daniel Ludueña, el de más futbol en la oncena lagunera. Pero el argentino no encontró acompañamiento y cuando lo tuvo, apareció la figura de Memo Ochoa, quien evitó la caída de su marco en un par de ocasiones.
Para el 83 de tiempo corrido, Salvador Cabañas venció a Oswaldo en cobro de penalti para marcar el 3-1 definitivo y retar al meta santista con la mirada y una sonrisa que resumió el sentir de los americanistas, optimistas por el primer paso en el inicio en el Interliga.
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